Verdaderos Adoradores --Pograma de Radio la Bilia Dice



Adoración a Dios no es solamente cantar himnos de alabanza a todo pulmón en medio del ensordecedor ritmo de todo tipo de instrumentos musicales.
Adoración a Dios no es solamente cerrar los ojos y concentrarse en la grandeza y gloria de Dios.
Adoración a Dios no es solamente expresar a Dios palabras cargadas de emoción acompañadas de una que otra lagrima sincera.
Adoración a Dios tiene que ver con mucho mas que eso, mi amigo, mi amiga.
Para saber con que tiene que ver, vayamos a la primera vez que aparece la palabra adoración en la Biblia. Se encuentra en un pasaje de Antiguo Testamento. Génesis 22:5 donde dice: "Entonces dijo Abraham a sus siervos; esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros".
Abraham, el amigo de Dios, sé esta aprestando a adorar a Dios.
Veamos los entretelones de la adoración de Abraham para apreciar con cabalidad lo que es realmente la adoración.
En primer lugar, notamos que hubo una revelación de Dios a Abraham. Generis 22:1-2 dice: "Aconteció después de estas cosas. Que probo Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí. Y dijo toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré".
La adoración a Dios por parte de Abraham tuvo su origen en una revelación de Dios a Abraham. Aun sabiendo que Isaac era el único hijo amado de Abraham, Dios esta pidiendo a Abraham que vaya a la tierra de Moriah y allí lo ofrezca en holocausto sobre uno de los montes que por ahora es una incógnita.
Esto fue el punto de partida para la adoración a Dios por parte de Abraham.
Igual debería ser con nosotros, mi amigo, mi amiga. Dios también se ha revelado a nosotros y su revelación la tenemos en la Biblia. Nuestra adoración debe partir de algo que encontremos en la Biblia y que este dirigido a nosotros. No se puede hablar de verdadera adoración si la apartamos de algo que la Biblia nos ha revelado.
En segundo lugar, en los mismos textos leídos, notamos que adoración tiene que ver con la entrega a Dios de algo muy precioso para nosotros. Isaac era algo muy precioso para Abraham. Era nada mas y nada menos que su único y amado hijo, pero aun así, Dios esta pidiendo a Abraham que este hijo le sea entregado en holocausto.
Lo mismo tenemos que tomar en cuenta en nuestra adoración.
Adoración verdadera implica dar algo de valor a Dios. Puede ser dinero, tiempo, posesiones y más aun la vida misma que es el bien más valioso que disponemos.
¿Sabia Usted por ejemplo que al dar nuestros diezmos y ofrendas a Dios estamos adorando a Dios?
Muchos creyentes no tienen ningún problema para cantar de corazón al Señor, o para orar fervientemente al Señor o para escuchar su palabra y piensan que porque hacen eso son perfectos adoradores de Dios, pero cuando se trata de dar dinero a la obra del Señor, allí la cosa cambia, ya no se sienten tan dispuestos a dar algo de valor al Señor y le entregan una miseria. Creyentes así deberían saber que la adoración verdadera tiene que ver con dar a Dios algo precioso.
En tercer lugar, la adoración a Dios tiene que ver con obedecer lo que Dios nos ha revelado.
¿Que hizo Abraham tan pronto recibió la revelación de Dios por la cual debía ofrecer a su hijo Isaac en sacrificio?. Veamos lo que dice Génesis 22:3 "Y Abraham se levanto muy de mañana, y enalbardo su asno, y tomo consigo dos siervos suyos, y a Isaac su hijo; y corto leña para el holocausto, y se levanto, y fue al lugar que Dios le dijo".
Aquí tenemos a Abraham cumpliendo al pie de la letra con lo que Dios le había dicho, eso es adoración a Dios mi amigo, mi amiga.
Que triste que nosotros muchas veces somos rebeldes hacia Dios y no cumplimos con lo que sabemos que debemos hacer y sin embargo presumimos de estar adorando a Dios. Si la obediencia a la palabra de Dios esta ausente de nuestro comportamiento como creyentes, no estamos adorando a Dios por mas que nos cansemos de cantar himnos de alabanza.
En cuarto lugar, la adoración a Dios tiene que ver con una decisión deliberada de separación para Dios. Génesis 22:4-5 dice: ''Al tercer día alzo Abraham sus ojos, y vio el lugar de lejos. Entonces dijo Abraham a sus siervos: Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros".
Estar en compañía con sus siervos fue bueno y necesario para Abraham, pero solamente hasta cierto punto. Cuando llego el momento crucial de subir al monte para adorar a Dios. Abraham se separo de sus siervos.
Lo que pasa mi amigo, mi amiga, es que la adoración es un asunto entre el creyente y Dios. Demanda una devoción total y absoluta a Dios. Si queremos adorar a Dios en verdad debemos dejar a un lado todas las cosas que distraigan nuestra atención de la gloriosa persona a quien estamos adorando.
Es lamentable que con no poca frecuencia cuando decimos que estamos adorando a Dios nuestra mente esta volando de un lado para otro como una ágil golondrina y nos cuesta mucho el concentrarnos en la majestad de nuestro Dios soberano.
En Quinto lugar, la adoración a Dios tiene que ver con un renunciamiento voluntario al yo. Esto es lo que vernos en Génesis 22:6 "Y tomo Abraham la leña del holocausto, y la puso sobre Isaac su hijo, y el tomo en su mano el fuego y el cuchillo; y fueron ambos juntos".
Este es un perfecto cuadro de renunciamiento por parte de Abraham. A pesar de saber que estaba por sacrificar a su propio hijo, puso sobre él la leña y tomo en su mano el fuego y el cuchillo. Abraham no pensaba en sí mismo, había renunciado al yo, pensaba solamente en obedecer lo que Dios le había dicho, cueste lo que cueste. Esta es la actitud que demanda Dios para sus adoradores.
En sexto lugar, adorar a Dios tiene que ver con la fe en que cualquier cosa que pida Dios es buena para nosotros. Esto es en realidad lo que motivo a Abraham a cumplir con ese pedido de Dios.
Génesis 22:7-8 dice: "Entonces hablo Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; más ¿donde esta el cordero para el holocausto?. Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto hijo mío”.
E iban juntos Abraham sabia que Dios le había prometido muchas bendiciones en Isaac su hijo, sin embargo, ahora Dios estaba pidiendo que su hijo sea sacrificado. Abraham estaba totalmente dispuesto a degollar a su hijo, pero en lo profundo de su ser, su fe le impulsaba a creer que Dios iba a proveer un cordero para el holocausto y así salvar a su hijo o que si sacrificaba a su hijo. Dios le iba a resucitar para cumplir con la promesa que Dios le había hecho en Isaac.
Esto es fe mi amigo, mi amiga. La adoración a Dios demanda fe, una confianza plena en que cualquier cosa que Dios nos pida hacer es buena para nosotros aunque todas las circunstancias indiquen lo contrario.
Habiendo cumplido con todo esto que hemos visto, Abraham quedo listo para adorar a Dios. Génesis 22: 9-10 dice: "Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edifica allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ato a Isaac su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña. Y extendió Abraham su mano y tomo el cuchillo para degollar a su hijo".
Esto es el clímax de la adoración a Dios. Dios tomo la actitud de Abraham porque en el preciso instante cuando Abraham iba a colocar el cuchillo en el cuello de su hijo, Génesis 22: 11-13 dice: " Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada: porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único. Entonces alzo Abraham sus ojos, y he aquí a sus espaldas un camero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomo el camero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo".
Hermosa historia real. Grandioso final. Para nosotros nos ha servido de ayuda para entender lo que significa la adoración a Dios.

LA BIBLIA DICE… ESTUDIO BÍBLICO Programa No. 02-13-2007

EL PLACER DE DIOS EN LA OBEDIENCIA -- John Piper



«¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y
víctimas, como en que se obedezca a las palabras de
Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los
sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los
carneros. Porque como pecado de adivinación es la
rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por
cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también
te ha desechado para que no seas rey» (1 Samuel
15:22-23). Las noticias buenas son que Dios es un
manantial de la montaña y no un depósito de riego.
Su llenura desbordante se magnifica y NUESTROS
anhelos son satisfechos en los simples actos de tener
sed y de beber. Cuando nos volvemos de todo el
estallido y burbujeo y bebida embotellada del mundo
y nos ponemos de rodillas al lado del manantial de
agua viva de la montaña de Dios, nosotros lo honramos
y lo glorificamos y lo magnificamos como la única fuente
de alegría duradera. Y en el mismo acto de magnificarlo somos satisfechos y fuimos hechos
por Dios para vivir por el mismo. Éstas son las mejores noticias en todo el mundo –
que Dios es la clase de Dios cuyo celo para glorificar Su nombre alcanza su máxima
expresión en un acto que satisface los anhelos de mi corazón. Esto significa
que siempre que yo esté de lo más sediento y desesperado y más necesitado de
ayuda yo puedo estimular mi alma no solo con la verdad de que hay un impulso
misericordioso en el corazón de Dios sino también con la verdad que la fuente y
el poder de ese impulso son el celo de Dios para actuar por causa de Su propio
nombre. Puedo orar con los salmistas: «Por amor de tu nombre, oh Jehová,
Perdonarás también mi pecado, que es grande» (25:11). «Ayúdanos, oh Dios
de nuestra salvación, por la gloria de tu nombre. Y líbranos...»
(79:9). «Por tu nombre me guiarás y me encaminarás» (31:3).
Porque Dios ama la gloria de Su propio nombre, Él también toma placer en los
que esperan en Su amor y en los que expresan su esperanza en la oración.
Cuando usted espera en Dios usted glorifica a Dios como la fuente del gozo
profundo y duradero. Cuando los justos oran simplemente dan expresión a esa
esperanza que glorifica a Dios. Ahora avanzaremos un paso más adelante y
diremos que la obediencia a Dios hace que esa esperanza que glorifica a Dios
sea visible y prueba que es real en nuestras vidas. Nuestro versículo en
1 Samuel 15:22 es: «¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas,
como en que se obedezca a las palabras de Jehová?»
La respuesta es claramente NO. El Señor encanta mucho más en la
obediencia que en la actuación de ceremonias del culto sin ella.
Hay dos preguntas que quiero intentar contestar con usted.
1) ¿Por qué Dios se deleita en la obediencia?
Y 2) ¿Estas noticias son buenas? ¿Son buenas noticias al escuchar que lo
que le agrada a Dios es la obediencia, o es sólo una carga desanimadora?
Antes de enfocarnos en estas dos preguntas estemos seguros que tenemos
la escena clara en nuestras mentes.
Cuando Israel salió de Egipto y atravesó el desierto, los amalecitas los atacaron.
Leemos sobre esto en Éxodo 17:8-16. Dios dio la victoria a los israelitas, pero
del mal nunca se olvidó. En Deuteronomio 25:17- 19 Dios dijo:
«Acuérdate de lo que hizo Amalec contigo en el camino, cuando salías de Egipto;
de cómo te salió al encuentro en el camino, y te desbarató la retaguardia de
todos los débiles que iban detrás de ti, cuando tú estabas cansado y trabajado; Y
no tuvo ningún temor de Dios. Por tanto, cuando Jehová tu Dios te dé descanso
de todos tus enemigos alrededor, en la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad
Para que la poseas, borrarás la memoria de Amalec de debajo del cielo; no lo olvides.»
Finalmente la iniquidad de los Amalecitas está completa y el Señor ordena a Saúl,
el primer rey de Israel, a ejecutar la sentencia frase contra los Amalecitas.
La orden se da en 1 Samuel 15:2-3: «Así ha dicho Jehová de los ejércitos:
Yo castigaré lo que hizo Amalec a Israel al oponérsele en el camino cuando
subía de Egipto. Ve, pues, y hiere a Amalec, y destruye todo lo que tiene, y
no te apiades de él; mata a hombres, mujeres, niños, y aun los de pecho, vacas,
ovejas, camellos y asnos.» Así que Saúl reunió su ejército y fue contra la ciudad de
Amalec. Él advirtió a los ceneos para que huyeran si querían salvar sus vidas (v. 6).
Después él destruyó a los amalecitas desde Havila hasta donde Shur,
al este de Egipto. Pero el versículo 9 describe la desobediencia fatal de Saúl.
«Y Saúl y el pueblo perdonaron a Agag, y a lo mejor de las ovejas y del ganado
mayor, de los animales engordados, de los carneros y de todo lo bueno, y no
lo quisieron destruir; mas todo lo que era vil y despreciable destruyeron.»
El Señor vio esta desobediencia y se arrepintió de haber hecho rey a Saúl
(v. 11). Sólo una palabra breve al pasar sobre este «arrepentimiento» divino.
Dice el versículo 29 de este capítulo que «El que es la Gloria de Israel no
mentirá, ni se arrepentirá, porque no es hombre para que se arrepienta.»
Yo tomo esto para querer decir que el arrepintiéndose de Dios
(por ejemplo en v. 11) no es igual al arrepentimiento del hombre.
De hecho, es tan diferente que en un sentido no es un arrepentimiento
en absoluto, como dice el versículo 29. No está basado en la ignorancia
o el engaño. El arrepentimiento de Dios es el vuelco de su corazón en una
nueva dirección pero no uno que no estuviera previsto. Dios no se arrepiente
porque Él se le encuentra con la guardia baja por algún giro de eventos.
Eso ciertamente lo que pasaría con el hombre. Pero la Gloria
de Israel no es un hombre para que deba arrepentirse. Cuando la Biblia
dice que Dios se arrepiente, significa que Él expresa una actitud diferente
sobre algo que Él expresó antes, no porque cualquier giro de eventos fuera
inesperado, sino porque el giro de eventos fuera inesperado, sino porque
el giro de eventos hace que una actitud diferente sea más adecuada
para expresar ahora que lo que habría sido antes. Samuel está enfadado
con este giro en la actitud de Dios hacia Saúl y clama a Dios toda la noche
(v. 11, vea también 12:23). El resultado de su noche de oración es una
firme resolución para hacer lo que Dios dice. Se levanta temprano en
la mañana y descubre (15:12) que Saúl ha ido a Carmel, se ha levantado un
monumento y ha ido a Gilgal donde primeramente lo hicieron rey. (11:15).
Así que Samuel va a encontrarse con Saúl, y (en 15:13) Saúl dice,
« Bendito seas tú de Jehová; yo he cumplido la palabra de Jehová.»
Samuel pregunta (en v. 14) qué era ese balido de ovejas y bramido de las
vacas si Saúl realmente había destruido todo tal como Dios le había dicho.
Entonces (en v. 15) Saúl le echa la culpa al pueblo: «De Amalec los han traído;
porque el pueblo perdonó lo mejor de las ovejas...» Pero nada de lo que
Saúl dice funcionará ahora. Él ha desobedecido el mandamiento del Señor
y él lo admite finalmente en el versículo 24: «Yo he pecado; pues he quebrantado
el mandamiento de Jehová y tus palabras.» Ahora nuestra primera pregunta
es esta: ¿Por qué Dios está tan disgustado con la desobediencia?
¿O positivamente, por qué Dios toma tanto deleite en la obediencia?
Por Qué Dios Se Deleita En La Obediencia Y Odia la Desobediencia
Veo por lo menos cinco razones en esta historia por qué Dios odia la
desobediencia y se complace en la obediencia. Los mencionaré en el
orden desde la menos seria hasta la más seria, según mi parecer.
1. La desobediencia muestra un temor equivocado.
Tome nota del versículo 24: «Yo he pecado; pues he quebrantado el
mandamiento de Jehová y tus palabras, porque temí al pueblo y consentí
a la voz de ellos.» ¿Por qué Saúl obedeció al pueblo en lugar de obedecer
a Dios? Porque él temió al pueblo en lugar de temer a Dios. Él temió las
consecuencias humanas de obediencia más que el temor a las consecuencias
divinas sobre el pecado. Él temió el disgusto del pueblo más que el
disgusto de Dios. Y ése es un gran insulto a Dios. Samuel había dicho
dos veces a Saúl y al pueblo en 12:14 y 24, «Solamente temed a
Jehová y servidle de verdad con todo vuestro corazón.» Pero ahora
el líder mismo ha temido al hombre y se ha vuelto de seguir a Dios
(1 Samuel 15:11). 2. La desobediencia muestra un placer equivocado.
Saúl intentó persuadir a Samuel que era una intención noble que lo
llevó a desobedecer a Dios y conservar las mejores ovejas y bueyes
con vida (v. 21). Él dijo que ellos quisieron sacrificar éstos al Señor
en Gilgal. Pero el Señor le había dado la visión a Samuel sobre el
verdadero motivo de Saúl y del pueblo. Lo vemos en sus palabras en
el versículo 19: «¿Por qué, pues, no has oído la voz de Jehová, sino que
vuelto al botín has hecho lo malo ante los ojos de Jehová?»
Se lanzaron sobre el botín como pájaros hambrientos y ávidos de llenar
sus barrigas. Esta palabra, «lanzó» se utiliza antes en 14:32 para describir
cómo el pueblo cayó sobre los despojos cuando los Filisteos fueron
derrotados. Dice: «Y se lanzó el pueblo sobre el botín, y tomaron ovejas y vacas y
becerros, y los degollaron en el suelo; y el pueblo los comió con sangre.»
Cuando Samuel dice en 15:19: «¿Por qué, pues, no has oído la voz de
Jehová, sino que vuelto al botín has hecho lo malo ante los ojos de Jehová?»
, él implica que el pueblo se manejó con un deseo desmesurado por toda
esa carne. (Recuerde, los que sacrifican consiguen comer la carne.)
Su placer estaba extraviado. Debía de haber estado en Dios. Pero ellos
se deleitaban más en la carne de las ovejas y bueyes que en la sonrisa
y comunión con Dios. Esto es, claro, un gran insulto a Dios, y por consiguiente muy
desagradable ante sus ojos. 3. La desobediencia muestra una alabanza equivocada.
Cuando Saúl había derrotado a los amalecitas lo primero que hizo fue
de erigirse un monumento. El versículo 12: «Fue dado aviso a Samuel,
diciendo: Saúl ha venido a Carmel, y he aquí se levantó un monumento.»
Evidentemente Saúl estaba más interesado en conseguir un nombre para
sí mismo que hacer un nombre para Dios a través de la obediencia
cuidadosa a Su palabra. Él se había equivocado en la alabanza de Dios
y la buscó para sí mismo. Este pecado es aun peor cuando se leen los
versículos 17-19: «Y dijo Samuel: Aunque eras pequeño en tus propios
ojos, ¿no has sido hecho jefe de las tribus de Israel, y Jehová te ha
ungido por rey sobre Israel? Y Jehová te envió en misión y dijo: Ve,
destruye a los pecadores de Amalec, y hazles guerra hasta que los
acabes.¿Por qué, pues, no has oído la voz de Jehová, sino que vuelto
al botín has hecho lo malo ante los ojos de Jehová.» Previamente en
9:21 Saúl parecía asombrado que Dios lo escogería para ser el rey sobre
Israel cuando él era de la tribu más pequeña, la tribu de Benjamín, y
de las familias más pequeñas de su tribu. ¡Y él debía quedar asombrado!
Si él quisiera el honor él debía de haber quedado asombrado y satisfecho con el
honor que Dios le había dado. ¿Esto es el punto que Samuel señala aquí
en el versículo 17 – ¿Por qué eres impulsado por un deseo maligno por
la gloria humana cuándo Dios te ha dado de hecho un privilegio
glorioso como es el de ser la cabeza de las tribus de Israel y el rey
ungido del pueblo de Dios? Pero Saúl no estaba satisfecho con la gloria
de Dios y el honor de ser Su rey escogido. Él quería su propia gloria y
su propia alabanza. Y el camino sumiso de la obediencia no ofrece ese
tipo de alabanza y gloria. Así que hizo las cosas a su manera.
4. La desobediencia es como el pecado de adivinación.
Ahora estamos en el terreno textual explícito. Ésta es la razón misma
que da Samuel para decir por qué la desobediencia es desagradable
a Dios en 15:22-23: «Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios,
y el prestar atención que la grosura de los
carneros. Porque como pecado de adivinación es la rebelión.»
Dios había puesto la adivinación en la misma categoría con las cosas horribles
que Él odia en Deuteronomio 18:10-12: «No sea hallado en ti quien haga
pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación,
ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni
quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová
cualquiera que hace estas cosas...» ¿Por qué la rebelión y la desobediencia
son como el pecado de adivinación? La adivinación busca de saber qué hacer
de una manera que ignora la palabra y el consejo de Dios. Y eso es
exactamente en lo que se basa la desobediencia. Dios dice una cosa, y nosotros
decimos, pienso que consultaré otra fuente de
sabiduría – a saber, ¿cuál? ¡YO MISMO! La desobediencia de la palabra de
Dios pone mi propia sabiduría en el lugar de Dios y así insulta a Dios como la
única fuente segura y fiable de sabiduría.
5. La desobediencia es idolatría.
Esto es lo que Samuel dice en la última mitad del versículo 23:
«Porque como pecado de adivinación es
la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación.»
Cuando Dios dice una cosa y nosotros consultamos al mago
pequeño de nuestra propia sabiduría y después obstinadamente
escogemos ir por nuestro propio camino, somos idólatras. No sólo hemos
escogido consultarnos a nosotros mismos como una alternativa a Dios,
y así llegamos a ser culpables de adivinación, pero vamos más allá de
eso y realmente estimamos la dirección de nuestra propia mente por
encima de la dirección de Dios y nos volvemos culpables de idolatría.
Y lo peor de todo, el ídolo es nuestro propio ego.
Así que es obvio que Dios estará disgustado con la desobediencia porque
en todos los puntos es un ataque a Su gloria.
• Establece el temor al hombre en lugar del temor de Dios.
• Eleva el placer en las cosas por encima del placer en Dios.
• Busca un nombre para sí mismo en lugar de un nombre para Dios.
• Consulta la sabiduría del ego en lugar de estar satisfechos con la
voluntad de Dios.
• Y atribuye más valor a los dictados del ego que a los dictados de Dios
y así intenta destronar a Dios
rindiendo su lealtad al ídolo de la voluntad humana.
Pero la obediencia, siendo exactamente lo contrario, en todas estas cosas
entroniza y honra Dios. Y por consiguiente Dios tiene placer en la obediencia.
¿Son Buenas Noticias Que Dios Se Deleita En la Obediencia?
Ahora nos volvemos a la segunda pregunta que planteamos al principio:
¿Estas son buenas noticias? ¿Son buenas noticias saber que Dios se deleita
en la obediencia, o es simplemente otra carga?
Yo pienso que son buenas noticias. Y hay seis razones por lo menos por
qué pienso así. Sólo tenemos tiempo para mencionarlos brevemente.
1. El deleite de Dios en la obediencia son buenas noticias porque significa
que Él es digno de alabanza y fiable. Si Él no se deleitara en la obediencia
Él sería una contradicción viviente: amando Su gloria sobre todas las cosas
y sin embargo no contento con las acciones que hacen que se gloria sea
conocida. Él sería hipócrita y sus palabras serían falsas. ¡Su belleza
desaparecería y con él todo nuestro deleite! Y Él sería inestable porque
no se puede confiar en un Dios cuyos valores son tan inconstantes que
Él se exalta un momento y aprueba los insultos el siguiente.
2. El deleite de Dios en la obediencia son buenas noticias porque garantiza
la promesa que algún día la gloria de Dios ciertamente llenará la tierra como
las aguas cubren el mar. Si Dios fuera indiferente a la desobediencia no
habría ninguna certeza de que se habría ninguna seguridad de que el
Siglo venidero estaría libre de toda la conducta que deshonra a Dios.
Pero porque Él odia la desobediencia y ama la obediencia podemos
estar seguros que nuestro anhelo por un mundo lleno de la gloria de
Dios realmente llegará a suceder.
3. El deleite de Dios en la obediencia son buenas noticias porque muestra
que la gracia de Dios es un poder glorioso y no sólo una débil tolerancia del
pecado. La gloria de la gracia de Dios no se ve sólo en el hecho de que Dios
pasa por alto los pecados de los creyentes sino que también se ve en el hecho
que erradica esos pecados gradual, final, y victoriosamente erradica esos
pecados. Si Dios no se deleitara en la obediencia, la gloria de la gracia
soberana nunca podría verse en su poder para conquistar el pecado.
4. El deleite de Dios en la obediencia son buenas noticias porque Sus
mandamientos no son demasiado difíciles. Sólo son tan difíciles de obedecer
tanto como Su gloria es difícil de querer y Sus promesas son difíciles de
creer. Deuteronomio 30:11 dice: «Porque este mandamiento que yo
te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos.» Y 1 Juan 5:3
dice: «Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos;
y sus mandamientos no son gravosos.» 5. El deleite de Dios en la obediencia
son buenas noticias porque todo lo que Dios nos ordena es para
nuestro bueno. Así que aquello en lo que Dios realmente se deleita cuando
se deleita en nuestra obediencia es nuestro profundo y duradero gozo.
Deuteronomio 10:12-13 dice: «Ahora, pues, Israel, ¿qué pide
Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos
sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón
y con toda tu alma; que guardes los mandamientos de Jehová
y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad?»
6. Y finalmente el deleite de Dios en la obediencia son buenas noticias
porque la obediencia que Él ama es la obediencia de la fe. Y la fe significa
depositar toda nuestra esperanza en la misericordia de Dios. Y la
misericordia significa que nuestra obediencia no tiene que ser perfecta;
sólo tiene que ser penitente. «Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y
Justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad»
(1 Juan 1:9). Dios todavía es un manantial en la montaña y no un depósito
de riego. La obediencia no es una brigada de cubos para satisfacer la
necesidad de Él. La obediencia son los esfuerzos de las «relaciones públicas»
irreprimibles de los que han saboreado y han visto que el Señor es bueno.

GALATAS 1 -- Libertad en Santidad

GÁLATAS

RETOS DESDE LA CRUZ

LA EPÍSTOLA DE LA CRUZ Y EL ESPÍRITU (1)

La Pasión de Pablo -- la Libertad en Santidad

Dr. G Ernesto Johnson

Instituto Bíblico Rio Grande

El Mensaje destacado de Gálatas

Esta nueva serie tiene por objetivo el de profundizar la relación crítica entre la obra de la Cruz y el ministerio del Espíritu en la vida diaria del creyente. Mi meta no es un estudio teórico sino práctico y personal. Dejo a un lado unos asuntos de la exégesis y el trasfondo para tocar las fibras de nuestra vida espiritual. Pero quiero que el texto inspirado nos hable y nos rete a que andemos más cerca del Crucificado.

Sin duda alguna, podemos llamar al Apóstol Pablo, el Apóstol de la Cruz, pero tantas veces hoy día se ha separado la verdad distintiva de nuestra identificación con Cristo, muertos al pecado (Rom. 6:2), muertos a la ley (Rom 7:4) de la llenura del Espíritu Santo (Rom. 8:1-4). Tal separación es ajena al mensaje a los Gálatas. O se oye sólo de nuestra posición teológica en Cristo o se oye sólo de una experiencia por buscar. El libro de Gálatas nos ayudará a ver como Pablo une las dos verdades que resultarán en una vida de victoria y santidad, libertad sin libertinaje.

Pablo en Galatas 5:1 pregona estas verdades al empezar la tercera división de la carta: "Estad, pues, firmes, en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud." Pone en buen equilibrio la exhortación de Gal. 5:13: "Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros." Estos dos versículos constituyen una buena definición de la vida cristiana. Prosigue Pablo a decir: "Digo, pues:'Andad en el Espíritu y no satisfagáis los deseos de la carne.'"



Lo Relevante del mensaje a los Gálatas hoy


Como nuevas criaturas en Cristo queremos heredar toda la herencia nuestra en Cristo. Tantas veces se oye: "Pero todavía te falta algo. Necesitas buscar esto y el otro." Otras voces nos prometen las grandes experiencias, nuevo poder, los milagros, la prosperidad, las profecías, la última novedad que dura poco tiempo. Frente a tales pretensiones nos sentimos inferiores porque no tenemos la última oferta. Tantos hermanos sinceros han caído en esta trampa. No hablo en contra de la verdadera obra del Espíritu, pero siempre será unida al mensaje de la Cruz, muerto a la carne y vivo para Dios.

Pero aquí suena la importancia del mensaje balanceado de la Cruz y el Espíritu. Pablo lo pone en claro. Dice él: "Ni por un momento puedo tolerar semejante error." Es un error sutil – el legalismo de aquel entonces, es decir, agregar algo más a la obra de Cristo como si pudiera agregarnos una espiritualidad mayor. En carne propia Pablo lo confronta y lo deshace con un argumento apasionado. Vemos en Gálatas otra cara del gran apóstol, intolerante ante una falsa espiritualidad no fundada en la Cruz de Cristo. Dos veces lo llama una maldición, un «anatema» (Gal. 1:8.9). Eso es bien fuerte.


La Distinción de Gálatas

Esta carta a los Gálatas es una carta muy diferente de las demás epístolas; vemos y palpamos la pasión de Pablo por un mensaje cristo-céntrico y cruz-céntrico. Pablo vivía en carne propia el rechazo de sus convertidos (Gal. 4:16), sintió la sutileza de lo agregado al mensaje de la Cruz (Gal. 3:1). Lo agregado bajo el pretexto de mayor santidad y espiritualidad era en realidad una distracción y un sustraer de la suficiencia de la obra y la persona de Cristo. Para Pablo era otro evangelio y él lo condenó en tonos vehementes.

La carta a los Gálatas se destaca de sus demás epístolas. Pablo se emociona, suelta sus afectos para con los hermanos (5:13,14); siente las heridas que le dan, habla en términos muy fuertes hasta decir: "De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído." No hay palabras más fuertes. Termina por decir: "!Ojalá se mutilasen los que os perturban!" (5:12). Pablo se defiende a sí mismo y su apostolado en Gálatas.1, 2, su enseñanza doctrinal de la gracia frente a la ley en Gálatas. 3, 4 y aplica con amor, pasión y vehemencia el mensaje de la Cruz y el Espíritu Santo en el andar diario del creyente en Gálatas 5,6.


Lo Distintivo de Gálatas ante las demás epístolas paulinas.

Comparemos esta epístola con las demás. En Romanos Pablo serenamente traviesa las mismas doctrinas de la justificación y la santificación en forma dialogal, definiendo, describiendo y aplicando las verdades de la Cruz. Lo curioso parece que la carta a los Romanos fue escrita de Corinto (c. 57) en una época de paz y resolución del problema de los Corintios. Gálatas fue escrita probablemente poco antes y desde Éfeso o en camino a Macedonia antes de llegar a Corinto. No hay toque personal en Romanos hasta el final del libro. En Gálatas Pablo está al frente y en el centro como hombre y protagonista por la verdad. Lo significante es que no haya ninguna nota de gracias dada a los gálatas sino sólo un profundo sentido de peligro y decepción al dirigirse a los gálatas. Aun a los Corintios tan difíciles, les dio las gracias, pero a semejante herejía de ninguna manera no la podría tolerar nunca.

La primera carta a los Corintios fue una carta sumamente correctiva, respondiendo a una serie de graves problemas en la iglesia; la segunda carta escrita en la misma época de Gálatas revela el mismo corazón de Pablo bajo ataque como la a los Gálatas. Son dos cartas que nos dan una vista de Pablo bajo el microscopio. Las dos cartas son gemelas en cierto sentido. Pablo vivía lo que llamó: "Y además de todas cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación de todas las iglesia." (2 Cor. 11:28).

Las cartas carcelarias, Efesios, Filipenses, y Colosenses y la carta personal a Filemón escritas desde la cárcel son cartas dirigidas a unas iglesia que marchaban bien con relativamente pocos problemas. Pero Pablo siempre vuelve a la misma solución de cualquier problema por exponer la obra de la Cruz y la presencia del Espíritu Santo.

Las cartas a los Tesalonicenses nos dan otra página del ministerio de Pablo siendo plantador de las iglesias por quienes escribe con buena doctrina y afecto siempre poniendo en alto la santificación y la segunda venida de Cristo como fuertes motivaciones para la santidad.

Las cartas pastorales, Primera y Segunda a Timoteo y a Tito exponen las urgentes necesidades de la santidad en el liderazgo y la organización de las iglesias locales como expresión del Cuerpo de Cristo. Aquí se ven en Pablo el corazón pastoral, su amor para con sus hijos en la fe y su alto concepto de la iglesia local.

Este repaso sitúa bien lo destacado de Gálatas como una carta escrita del corazón de un apasionado por Cristo, seguro de su apostolado, listo a defender el mensaje de la Cruz y hacer todo lo posible para que Cristo triunfe en sus seguidores. Otro punto que vale la pena mencionar es lo céntrico en todo lo que Pablo escribe – su énfasis en la doctrina de la santidad con su base firme en la justificación pero prosiguiendo adelante para nuestra alta vocación en Cristo Jesús.


La Epístola a los Gálatas su trasfondo introductivo

No entramos en los detalles y las discusiones con respecto al cuándo y dónde sino sólo para decir que Pablo visitó las iglesias galáticas a lo menos dos veces o en el norte de Galacia al final de su segundo viaje misionero (Hechos 16:6) o a las del sur de Asia Menor que visitó en el primer viaje y volvió a visitar en el segundo, tales ciudades como Antioquia de Pisidia, Listra y Derbe. (Hechos 13:13-14:28). La primera opción de las iglesias norteñas es más antigua y la que uso. Se habría escrito por el año 57 d.C. y en camino a Corinto en su tercer viaje misionero (Hechos 18:23). Aunque no sabemos mucho de estas iglesias galáticas del norte, recibieron el mensaje y después de un relativamente corto tiempo entre el segundo y el tercero viaje se dejaron llevar por algunos judaizantes que vinieron con esta herejía.


¿Cuál fue el problema de las iglesias galáticas?

Aunque es difícil trazar los movimientos de los galos del oeste de Europa, parece que estos galos o célticas invadieron Asia Menor tres siglos antes de Cristo y luego el imperio romano los venía absorbiendo. Según los eruditos era una gente muy voluble e inconstante. [Aun se puede trazar en parte sus raíces a algunos de España y Francia y Escocia (quizá nuestros antecesores!)]. Pablo pasó por las regiones dos veces y volvió para confirmarlos. Después de su última visita (tercer viaje), supo de su vacilación y aun su rechazo del mensaje de la gracia de Dios. Con un corazón muy triste y preocupado por su muy pronta vacilación de ellos y cambio de rumbo les escribió con una urgencia no igualada en ninguna otra epístola. Pablo manifestó su decepción, amor y angustia espiritual. No fue ninguna cosa leve ni insignificante.

Entraron los que se llamaban los judaizantes. Claro que eran judíos, partidarios de la ley, quizá una separación de algunos de la iglesia de Jerusalén. Esta discordia era el mayor problema al de la iglesia primitiva. Los judíos querían judaizar a los gentiles. Pablo entendía muy bien esta tensión y enemistad porque antes era un orgulloso fariseo, comprometido con la ley de Moisés y su propia cultura judaica. Pero en el camino a Damasco y en aquel brusco encuentro con el Crucificado, Pablo se dio vuelta, llamado soberanamente a ser apóstol a los gentiles. A dondequiera que iba Pablo, éstos lo perseguían ferozmente.


La Estrategia sutil de los Judaizantes

Después de dos previos viajes a los gálatas en los cuales Dios bendijo grandemente su siembra y luego la cosecha, Pablo siente la urgente responsabilidad de hacerles frente al gran peligro de su abandono de la gracia de Cristo para la esclavitud de la ley. Se apresuró por advertirlos de la manera más directa y apasionada. Pero la táctica de los judaizantes no era atacar directamente a la persona y la obra de Cristo en la cruz sino en tratar de agregar algo como si no fuese adecuada. Decían en efecto que ciertos ritos y observaciones de la ley pudieran agregarles una mayor espiritualidad que les hacía falta. Iban a perfeccionar su verdadera espiritualidad por obedecerles. Proponían la circuncisión que antes marcaba divinamente el pacto con Abraham en el Antiguo Testamento. Parecía todo aquello muy inocente y fácil de lograr.

Pero para poder agregar su última novedad tuvieron que desacreditar a Pablo y su apostolado. Hecho estas dos cosas, queda el otro --el control de los gálatas por estos falsos maestros. Era cuestión de alienar a Pablo y de tomar posesión de esos creyentes jóvenes y sinceros. No ha cambiado mucho la misma estrategia del enemigo hoy día. Pero agregar algo a Cristo por bueno que aparezca no es nada más que deshacer lo hecho por Cristo de una vez en la Cruz. A lo perfecto no se puede agregar ni sugerir nada nunca jamás. Esto era el punto clave de la Epístola a los Gálatas. Pablo lo confronta enérgicamente basando todo en la obra consumada de Cristo de una vez en la Cruz y aplicada al corazón por el Espíritu Santo.


Las Divisiones principales de la Epístola a los Gálatas.

La introducción de Gálatas 1:1-5 presenta en forma muy concisa su apostolado genuino, la centralidad de la obra de Cristo con un saludo algo seco pero sincero. Vuelve a toca el meollo de la Cruz, la verdadera liberación de este mundo conforme a la voluntad de Dios. Todo resulta en su gloria. Ni palabra de gratitud aparece. Pablo los reconoce y la autoridad de su mensaje.

La primera división consiste en Gálatas 1, 2. Pablo expresa su sorpresa y alarma frente a su situación; lo hace de forma dramática y contundente. Luego produce sus credenciales legítimos frente a los ataques directos e indirectos de los judaizantes. Establece de manera singular el apostolado directo del Señor, ni dependiendo de ningún ser humano ni aun menos de los demás apóstoles.

La segunda división consta de Gálatas 3, 4 donde establece la debida relación entre la promesa a Abraham, la ley de Moisés agregada después y finalmente el triunfo de la gracia de Dios a través de la fe. Analiza y ataca la motivación de los maestros falsos y apela a los gálatas a que vuelvan a la gracia de Dios.

L tercera división se compone de Gálatas 5, 6. Pablo trata profundamente la relación íntima entre la gracia y la ley, la fe y las obras, el Espíritu y la carne; apela a los hermanos a llevar una vida victoriosa basada en la obra de la cruz, pero hecho bien posible por el Espíritu, el que les fue dado. Termina con su jactancia: "Pero lejos de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado y yo al mundo. Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación" (Gal. 6:14,14).


Verdades principales por tomar muy a pecho

1.Pablo escribe a los gálatas porque los ama y teme el gran peligro del error que les traería mucho daño espiritual. Su motivación abarca su bienestar espiritual solamente.
2.Aunque no los puede felicitar por su situación actual, tiene que serles fiel al reprenderles y contestar bíblicamente la verdad de suma importancia de la Cruz y la persona del Espíritu Santo. De esta manera les define la vida victoriosa en Cristo Jesús.
3.En cierto sentido la Epístola a los Gálatas es una anticipación emocionante de la Epístola a los Romanos que sigue pronto abarcando las mismas verdades claves del evangelio pero en Romanos de una manera sistemática y teológica.
4. Esta epístola tiene una aplicación muy profunda hoy en día cuando muchos nos ofrecen una experiencia extra, los fascinantes dones, las visiones y profecías que aumentan nuestra «espiritualidad.» Gálatas habla de la ley y la circuncisión que ya no está de moda pero el peligro toma hoy una forma más sutil. Siempre parecen sustitutos de la verdad.
5.En breve, el buscar la manera de agregar algo, por buena que sea, a la obra de la Cruz es sustraer y poner en gran peligro la maravillosa gracia de Dios.

Dr. G. Ernesto Johnson

Instituto Bíblico Río Grande

www.kneillfoster.com y www.obrerofiel.com

gejohnson@juno.com

GALATAS 2 -- Abandono de la Gracia ?

GÁLATAS

RETOS DESDE LA CRUZ


GÁLATAS –LA EPÍST0LA DE LA CRUZ Y EL ESPÍRITU SANTO (2)

El Escándalo de su abandono de la gracia

Gálatas 1:1-10

Dr. G. Ernesto Johnson

Instituto Bíblico Río Grande

Introducción

En nuestro primer estudio tomamos nota del trasfondo histórico de la carta escrita por Pablo en camino a Macedonia por el año 57. Pablo acababa de haber recibido evidencia agonizante de la entrada de los judaizantes en las iglesias del norte de Galacia y la abrupta acogida que les dieron a esos falsos. Responde con una vehemencia tremenda porque se peligraba la verdad y Pablo se apresuraba a hacerles frente de manera directa y apasionada.

El meollo del problema era el acercamiento de los judaizantes o legalistas que sutilmente se insinuaban entre los convertidos sugiriendo que les faltaba algo, una mayor «espiritualidad.» Para lograrla tenían que agregar al mensaje de Cristo un apego a la ley, en este caso, la circuncisión y el guardar de días y costumbres de los judíos. Sin duda apelaban al Antiguo Testamento, pero de esta manera sustraían de la obra de Cristo consumada de la Cruz. Ponían en tela de duda el evangelio de la gracia de Dios. Para lograr controlar los afectos de los hermanos estos falsos tenían que cuestionar mucho el apostolado y el llamado de Pablo, quien era su padre en la fe. El problema de los legalistas había atormentado la iglesia primitiva y era el peor enemigo de Pablo en sus giras entre los gentiles.


La Defensa del Evangelio de la Gracia y el Saludo de Pablo Gálatas 1:1-5.

Toma nota de las preposiciones: de hombre, por hombre sino por Jesucristo.[1] La autoridad y su mensaje de gracia de Pablo no vienen a través de la iniciativa de los hombres. No es ni de fuente humana ni tampoco por el canal de los hombres. En agudo contraste vienen por el canal de su encuentro impactante con Jesús en el camino a Damasco (Hechos 9:3) y por la intervención directa de Dios Padre quien resucitó a Jesús de los muertos. Su llamado y su apostolado no admiten dependencia humana alguna. Lo afirma y lo defiende. Por una inferencia sucinta Pablo se separa de una vez de sus adversarios que no tienen esas credenciales divinas. No tiene que presentar sus credenciales. Ellos lo son.

Su saludo a los hermanos es conciso y no efusivo como aquel a los demás hermanos de otras iglesias, ni al de los corintios con todos sus problemas. Sí que él los llama hermanos en las iglesias de Galacia porque él presenció su conversión. Pero se siente uno ya una tensión y problema grave. De nuevo Pablo da una intervención doctrinal que respira la autoridad del evangelio. En versos 4 y 5 reafirma la esencia del evangelio con claridad: "el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén."


En esta brevísima afirmación doctrinal, Pablo vuelve a la Cruz: "se dio a sí mismo para librarnos." Es cuestión de un verdadero rescate del peligro de la apostasía. Anticipa Pablo el énfasis de ellos sobre ritos y costumbres judaizantes de este presente sigo malo; tales ritos van pasando, perdiendo su valor. Por contraste el evangelio de la gracia de Dios permanece para siempre y va ganando su valor en lugar de irlo perdiendo. Y todo esto es para la gloria de Dios, el supremo atributo divino, que incluye todo lo infinito de Dios en una sola palabra que desafía descripción adecuada. Esta introducción afiladora nos prepara para la fuerte reacción de Pablo frente a esta apostasía potencial. Es una apostasía en desarrollo y Pablo lo va a desafiar.


El Gran Peligro -- El Escándalo del Abandono de la Gracia de Dios Gal. 1:6-7

De golpe Pablo les desafía con la sorpresa, el afán y la indignación santa de esta vuelta tan precipitada de parte de sus hijos en la fe. "Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente" (Gal. 1:6). No da vueltas antes de llegar a su carga pesada. Dice que no puedo comprender el abandono no tan sólo del evangelio que les había encomendado sino también "del que os llamó." Esto es dar la espalda a Dios mismo. Esto no es nada más que ser traidor; el término que Pablo usa es término militar: es ser renegado y desertor. No es problema de una interpretación alternativa sino un abandono, apostasía frente a la verdad de Dios. Podemos sentir el "shock" que Pablo siente.

Otro matiz en esta alegación es que abandonaron la gracia de Dios de manera tan pronta o tan irreflexivamente. Dieron un paso fatal sin tomar en cuenta las consecuencias desastrosas para seguir un evangelio diferente. Pero Pablo se corrige: "no que haya otro." Sólo puede haber uno, único y vital. Pablo escoge bien la palabra «otro» indicando no otro al lado y que acompaña sino «otro» de diferente origen, totalmente contrario en su esencia. Esto no es cuestión por debatir; llegamos más bien al corazón de la verdad. Pablo no tolera ni admite semejante comparación porque el evangelio de la gracia de Dios es de Dios; no tiene nunca otro diferente. Es cuestión o de Dios mismo o del hombre. Tal pensar sería blasfemia.

Pablo pone el dedo en la llaga: "hay algunos que perturban y quieren pervertir el evangelio." Pablo discierne bien que tras este brusco cambio hay quienes buscan seguidores que puedan controlar y usar para su propio beneficio. Tras la mala doctrina siempre hay los emisarios de Satanás que se oponen a Cristo. Más adelante en la vida Pablo escribiendo de la cárcel en Roma habla de éstos: " Algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia y contienda; pero otros de buena voluntad. Los unos anuncian a Cristo por contención no sinceramente, pensando añadir aflicción a mis prisiones" (Fil. 1:15,16). Tristemente hay los que hoy día hacen mercancía del evangelio para fines egoístas.


La Medida de Este Escándalo del Abandono en Camino Gal 1: 8-10


Lo que sigue en Gálatas 1 nos va a sorprender. Primero Pablo se imagina un caso hipotético, usando el modo subjuntivo como si no fuese posible. De esta manera se profundiza su "shock." "Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otros evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema" (v. 8). Se supone que sí fuera el caso, sería algo tan increíble que un ángel predicara semejante sustituto falso --realmente sería imposible. Pero en el siguiente verso 9 agrega lo mismo pero con este cambio notable en el modo indicativo afirmando la presente realidad alarmante. "Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema."

Para algunos lectores pudiera ser sólo una repetición diciendo lo mismo otra vez para llamar la atención, pero los amadores de la gramática sabemos que estos dos modos, el subjuntivo y el indicativo representan dos mundos del pensar. El subjuntivo propone lo irreal, lo no muy probable, lo incierto y futuro pendiente, pero el indicativo nos trae a la realidad histórica, lo presente, lo seguro y firme. De esta manera Pablo les acerca al anatema, con tal semejante palabra fuerte y devastadora.

La palabra anatema es fortísima en su denuncia. Aparece en 1 Corintios 16: 22: "El que no amare al Señor Jesucristo, sea anatema. El Señor viene." La historia de esta palabra es interesante. Pudiera tener un sentido positivo, algo ofrecido a Dios (Lucas 22:5), pero tiene su trasfondo histórico que se halla en el pecado de Acán en Josué 6: 17, 18. En la toma de Jericó Dios había dicho: "Y será la ciudad anatema a Jehová, con todas las cosas que están en ella, solamente Rahab la ramera vivirá. . . . pero vosotros guardaos del anatema, ni toquéis, no toméis alguna cosa del anatema, no sea que hagáis anatema el campamento de Israel, y lo turbéis." Sabemos que Acán tomó de lo prohibido, lo reservado exclusivamente para Dios para satisfacer su ira santo contra lo prohibido. Después de la derrota de Israel en Hai, Dios dijo: "Por esto los hijos de Israel no podrán hacer frente a sus enemigos, sino que delante de sus enemigos volverán la espada, por cuanto han venido a ser anatema; ni estaré con vosotros, si no destruyereis el anatema de en medio de vosotros" (Josué 7:12).

No hubiera habido palabra más fuerte y devastadora que Pablo pudiera haber usado en esta situación. Tal es la medida de la vehemencia de Pablo contra esta plaga infiltrándose en los gálatas. Podemos sentir su indignación santa que el evangelio que les predicó esté en gran peligro de estar pervertido irremediablemente. Pablo responde: "Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo" (10). Para Pablo no pudiera haber otra motivación que complacer a Dios y honrar la gracia de Dios en su plenitud.


Aplicación del Peligro de los Gálatas presente muy Hoy en Día

Pero uno pudiera decir: ¿no es esto demasiado duro y extremoso cuando sólo trataba de agregar un rito de la ley u observación de cierto día que tiene el trasfondo en el Antiguo Testamento?

Hoy en día hay los que diluyen el evangelio a la auto-estima, la búsqueda de auto-realización y el éxito en la vida personal. Se escriben y se compran miles de tales libros con el «evangelio lite.» Pero para Pablo no era nada insignificativo porque era predicar no la gracia de Dios sino las buenas obras como el medio de aumentar nuestra aceptación delante de Dios. Agregar aun algo por bueno que pareciera de parte nuestra resulta en el orgullo religioso y Dios no aguanta eso nunca. Agregar aun algo a la obra de la cruz, a la gracia de Dios para con los inmerecidos, es invalidar la muerte de Cristo que sigue siendo la única base y medio de agradar a Dios. Nos queda creer y obedecer la Palabra de Dios en su sencillez con el resultado de la llenura del Espíritu Santo y el fruto del Espíritu.

Hoy en día hoy tantos que quieren que agreguemos algo por buscar, algo que pudiéramos hacer para ser «más espirituales». Algunos buscan ser apóstoles por el poder y la influencia que les da; otros buscan la profecía para que puedan manipular e impresionar a los demás. Hay «encuentros» donde el énfasis es una nueva experiencia, nueva «bendición», nuevo "thrill."

Hoy día en muchas partes del mundo «la Teología de la Prosperidad» se predica y millones la siguen. Dicen: "Dame a mí y Dios te multiplicará en lo material." Otros dicen: "Pare de sufrir" como si fuera el evangelio. Siempre hay la nueva corriente, la próxima novedad. Pero al final de cuentas estas corrientes que ofrecen tanto no rinden ni duran. Los Adventistas del Séptimo Día promueven ciertos reglamentos, el guardar del sábado, todo para gloriarse en lo que cumplen o lo que los separa de los demás. En todo esto moderno el énfasis no es en la gracia de Dios que produce la verdadera santidad, humildad, servicio y el amor por las almas.

Siempre ha habido los extremos: el legalismo o el libertinaje. La Cruz es nuestra única protección contra los extremos. El legalismo siempre ha existido. Produce cierto tipo de «espiritualidad» basada en el orgullo «espiritual». Lo que podemos hacer por nuestras fuerzas resulta siempre en la comparación con otros pero siempre tiende hacia nuestra ventaja. La carne siempre busca donde gloriarse. Jesús mismo dijo: "El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha. Las palabras que yo os he hablado son espíritu y vida." Pablo en Fil. 3:3 identifica al verdadero creyente: "Porque nosotros somos la circuncisión (la verdadera en Espíritu), los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne."


El libertinaje se desacredita por los excesos sexuales, pero el legalismo se disfraza bajo ese «orgullo espiritual» donde uno se separa de otro por ser mejor, más «espiritual», más comprometido a los ritos y reglamentos externos de la religión. Los fariseos fueron los que crucificaron a Jesús. Pablo recogen la sutileza del legalismo hace frente a él en esta epístola. Que Dios nos dé el discernimiento para reconocer donde podemos caer en esa trampa, anatema para Dios y el mensaje de la Cruz.


Principios Poderosos por Ponderar en Gálatas

1.Un buen principio en la verdad no nos garantiza un andar futuro. "Vosotros corráis bien. ¿Quién os estorbó para no obedecer a la verdad?" Gal. 5:7.
2.Pablo es fidelísimo al bienestar de su hijos en la fe. Está dispuesto a hacerse «enemigo» de ellos para rescatar su fe. El líder espiritual se pone en peligro para contender por la fe.
3.Empieza la epístola con un breve sumario de lo esencial del evangelio. Es bien evidente que el centro de nuestro mensaje sigue siendo la centralidad de la obra de la Cruz en su plenitud. La muerte y la resurrección de Cristo es "el poder de Dios para salvación."
4.Pablo revela la pasión de su corazón para el evangelio de la cruz y a la vez revela su pasión para con los gálatas que estaban en gran peligro de ser traicionados por los judaizantes.
5.Por dos repeticiones una en el subjuntivo y la otra en el indicativo Pablo expone la gravedad de la situación espiritual. No es cuestión de unas interpretaciones de la verdad más bien el legalismo destruye la gracia del evangelio y es anatema a Dios.
6.Llega el momento de ponerse firme ante las maniobras de la carne y defender la verdad.
7.Pablo revela aquí para con sus hermanos de Galacia «tough love» (el amor duro pero sincero) de un padre espiritual en la fe. Este cáncer tiene que ser muerto o mata.
8.La aplicación para hoy es todo lo que distrae y sustrae de la centralidad de Cristo es enemigo del evangelio. Hoy en día puede ser el entretenimiento de los hermanos por la música, la exhibición de dizque don, la personalidad carismática de un «líder» etc.
9.Pablo defenderá su apostolado y por ende su mensaje contra todo ataque de la carne. No se defiende a sí mismo sino que establece su mensaje que recibió directamente por revelación y por eso es autoritativo y apostólico.
10.Para el verdadero líder espiritual, ¡que ejemplo es Pablo: pasión por el evangelio, amor para con los hermanos en peligro, fiel en corregir, apasionado por el mensaje de la Cruz!

Dr. G. Ernesto Johnson

Instituto Bíblico Río Grande

Edinburg, TX 5 de junio de 2008

www.kneillfoster.com www.obrerofiel.com y gejohnson@juno.com


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[1] J.B. Lightfoot, Epistle to the Galatians, seventh edition, (London: MacMillan and Co), 1881, 71. Quedo endeudado mucho a los comentarios de este erudito ingles que había hecho un estudio minucioso de esta epístola. Sigo a menudo sus notas exegéticas y tienen el apoyo de la historia de la exposición bíblica.

GALATAS 3 -- Pablo defiende el Evangelio

GÁLATAS

RETOS DESDE LA CRUZ


GÁLATAS – LA EPÍSTOLA DE LA CRUZ Y EL ESPÍRITU SANTO (3)

Pablo defiende su evangelio contra los judaizantes

Gálatas 1: 11- 2:10

Dr. G. Ernesto Johnson

Instituto Bíbico Río Grande

Introducción


Pablo hace frente directamente al peligro de los gálatas, el de sus propios hijos en la fe. Con amor pero con franqueza, los desafía por declarar su gran peligro que les acarrea el posible abandono del evangelio de la gracia de Dios. Están a punto de ser anatema ante Dios por aceptar sin reflexionar sobre los argumentos sutiles de los judaizantes que efectivamente niegan la suficiencia de la gracia de Jesús. Los judaizantes pueden admitir la obra de Cristo, pero quieren agregar algo más que hacer que resulte en una "espiritualidad" superior. Tal es el espíritu del legalista. "Soy mejor que tú porque guardo estas reglas o ritos." Pero Pablo afirma que tal paso dado negaría a Cristo y rendiría inútil y en vano toda la obra de la Cruz. No es posible agregar nada a lo ya perfecto. Basta Cristo o no basta. No hay tercera vía.


Pablo defiende su apostolado y su evangelio


Los judaizantes buscaban la manera de desacreditar a Pablo y su apostolado. Para separar a los gálatas de su padre en la fe tuvieron que cuestionar sus credenciales. Le costó a Pablo hablar de sí mismo, pero tenía que establecer su procedimiento desde su conversión. Los judaizantes siempre habían seguido a Pablo en sus viajes misioneros atacando su abandono de la ley y, según ellos, su traición de su herencia judía. Tergiversaban su ministerio para establecer sus propios fines de elevar el guardar de la ley y por ende invalidar la gracia hallada sólo en Cristo.


El primer argumento de Pablo – su propio trasfondo en el judaísmo Gál. 1:11-14


Antes lejos de no desconocer a la ley, Pablo superaba a todos en su celo, su compromiso por establecer la ley de los padres. Sólo una intervención divina y dramática pudiera haberle cambiado el rumbo. Lucas nos recuerda: "Y Saulo consentía en su muerte (Felipe, el primer mártir) . . . y Saulo asolaba la iglesia, y entrando casa por casa, arrastraba a hombres y a mujeres, y los entregaba en la cárcel" ( Hechos 8:1,3). "Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor vino al sumo sacerdotes, y pidió cartas . . . a fin de que los trajese presos a Jerusalén" (9:1) No habría la manera de explicar su vuelta absoluta de ser perseguidor a ser defensor de la gracia de Cristo. Él podía decir con plena confianza: "yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno sino por revelación de Jesucristo" (1:12). La transformación de Saulo, el perseguidor de la fe al predicador de la fe, no admite otra explicación. No tuvo tiempo ni voluntad de estudiar y asimilar este mensaje. La gracia de Dios obró de tal manera en él.


El segundo argumento – el llamado sobrenatural y la historia de su pasado Gál. 1:15-24


A Saulo no le resultó otra opción porque le agradó a Dios desde el vientre de su madre revelar a Jesús en él. Cualquier creyente del Antiguo Testamento pudiera aceptar semejante hecho. Considérese el nacimiento de Isaac, de Jacob, de Samuel, de Juan el Bautista. Dios así los escogía a los llamados. Tal intervención divina fue con el fin de revelar a Jesús y que lo predicara como "luz a los gentiles." A continuación inmediata ni consultó con hombres por grandes que fuesen. Pudieran revisar su itinerario después de su conversión: después de pocos días salió de Damasco, fue a Jerusalén, pero no lo quisieron aceptar por su previa mala fama. Sólo por la intervención de Bernabé pudiera conocerlos Saulo. Luego fue a Arabia y volvió a Damasco; tres años después finalmente fe a Jerusalén para ver a Pedro y de paso a Jacobo, pero se quedó sólo quince días. Finalmente fue a las regiones de Siria, su patria, y los hermanos sólo sabían de él por nombre, pero "glorificaban a Dios en mí."


Tercer argumento – el Concilio de Jerusalén Gál 2: 1-5; Hechos 15:1-35


Pablo ahora recuenta una visita formal convocada por los líderes de la iglesia madre en Jerusalén. El problema era precisamente el problema que angustiaba a Pablo y a sus lectores. Detalladamente Pablo dice que fueron catorce años desde de su última visita corta a Jerusalén. J. B. Lightfoot calcula que la conversión de Saulo de Tarso fue en 36 a de C, su primer visita a Jerusalén en 38 y el Concilio de Jerusalén fue en 51 (p. 102). Todo esto de las fechas y eventos fue para confirmar ni tiempo tenía ni deseaba tampoco adquirir de otros el mensaje de la gracia de Dios. Todo apuntaba hacia una revelación que prestaría autoridad y autenticidad en comparación con las alegaciones de los judaizantes que su mensaje era inferior.


Se convocó esta augusta audiencia con el fin de resolver una vez para siempre el problema que perturbaba la iglesia en su avance al mundo gentil; Pablo estaba al frente de este movimiento. El problema por tratar era crucial: ¿tenía que hacerse judío el gentil que confía en Cristo? ¿Era obligatorio que el creyente gentil observara como los judíos los ritos y ceremonias permitidas en esa primera generación de creyentes? ¿La circuncisión, la señal del judío, se debía requerir al gentil? Es cierto que había judíos creyentes débiles en la fe y además hubo hermanos falsos (Gál. 2:4) que apoyaban tales restricciones. Para Pablo y Bernabé la pura gracia del evangelio de Dios estaba envuelta en gran peligro y muy en juego.


Pablo con mucho coraje y delicada sabiduría iba con Bernabé y con Tito, un gentil como toque de piedra. Por revelación de Dios ( 2:2) iba Pablo para presentar primero ante los de "cierta reputación" el fruto de su ministerio entre los gentiles. Sabiamente quería tener la audiencia primero entre los supuestos dirigentes y no ante los de doble ánimo. Tito fue recibido bien como hermano gentil en Cristo sin tener que ser circuncidado. Se complicaba la cosa por los falsos hermanos que habían infiltrado entre los hermanos judíos para espiar la libertad que en Cristo tenían los creyentes. Frente a tales falsos "ni por un momento accedimos a someternos para que la verdad del evangelio permaneciese con vosotros." (2:5).


Cuarto argumento – el resultado del Concilio de Jerusalén Gál. 2:6-10


Pablo sin faltar respeto alguno a los dirigentes dijo: "Pero de los que tenían reputación de ser algo (lo que hayan sido en otro tiempo nada me importa: Dios no hace acepción de personas) a mí, pues, los de reputación nada nuevo me comunicaron" (2:6) Triunfó, pues, el mensaje de la gracia. Hubo la sugerencia que ayudasen a los pobres lo cual Pablo siempre había hecho (10). Otra victoria muy importante fue que el Concilio reconoció oficialmente los dos ministerios de los apóstoles de mayor renombre: Pedro el apóstol a los judíos y Pablo confirmado y apoyado como el de los gentiles. Todo esto era un paso gigantesco tomado para la libertad en Cristo, nada requerido de la ley sino sólo la pura gracia y fe en Cristo. Además Jacobo (medio hermano de Jesús), cabeza de la iglesia en Jerusalén, Cefas (Pedro) y Juan le dieron "la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión" (2:9).


¿Qué quiere decir esto para los Gálatas?


Quizá nos parece todo esto un detalle somero de la historia ya pasada. Pero no lo habría sido. En el momento crítico del desarrollo de la expansión del evangelio, las consecuencias habrían sido más allá de nuestra comprensión presente. Si hubiera resultado de otra manera, Cristo habría muerto en vano. No pudiera haber habido mayor catástrofe que habría rendido nula la muerte expiatoria de Jesús. En el pasaje que sigue, el cual trataremos en el próximo estudio, Pablo dice al final: "No desecho la gracia de Dios; pues por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió en vano Cristo" (Gal. 2:21). ¿Pudiera haber habido más desastrosa consecuencia? De ninguna manera. Guardar la ley habría puesto la base de las obras religiosas, las tradiciones, los ritos litúrgicos, las obras buenas como medios humanos para la salvación.


¿Qué quiere decir esto para nosotros hoy?


En la naturaleza humana hay la necesidad de aportar algo para que uno se sienta bien. Si logro algo, tengo valor; el constante deseo de dar, de hacer, se ve en tanta actividad religiosa. Tras tal actividad es la confianza en sí que sí se puede. El testigo de Jehová tiene que visitar de casa en casa con la esperanza de alguna recompensa futura. Asistir a la misa trae algún mérito futuro. Difícil es aceptar la premisa bíblica que no podemos nada. La Cruz de Cristo nos elimina en términos de nuestra aportación. Sólo recibimos con la mano vacía, dando gracias por el favor de la gracia de Dios en Jesús. Cristo dijo: "Sin mí nada podéis hacer" (Juan 15:5). El orgullo humano en el incrédulo o en el creyente es tal que quiere tener valor en alguna forma. Para el incrédulo la salvación en Cristo es demasiado simple. Le quita su valor. Para el creyente siempre hace algo para aumentar su «orgullo espiritual.» Tal es la plaga del legalismo siempre presente.



Cristo da el caso definitivo de tal auto confianza en sí en Lucas 18: 9; "A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros . . . Dos hombres subieron al templo a orar: un fariseo, y el otro publicano. El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: 'Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, no aun como este publicano.'" Ni le interesaba a Dios oír la lista de sus dizques buenas obras. Pero al contrario el publicano con una simple oración logró la justificación porque del corazón dijo: 'Dios, sé propicio a mí pecador.'" Cuando Cristo es todo y yo nada, allí está el perdón y la bendición de Dios; tal es el mensaje de la cruz: "Ya no vivo yo, mas Cristo vive en mí" (Gal. 2:20).


Ahora en forma mucho más sutil puede haber en práctica hoy que Cristo nos salva, pero, un gran «pero», hay algo más que debemos adquirir: una nueva experiencia, un don especial, una sanidad, una profecía, una novedad por descubrir. Claro algunas de estas experiencias Dios nos puede dar, pero nunca sería aparte de la obra de Cristo en la cruz; no sería para nuestro orgullo espiritual, ni para nuestro interés. Dios no es quien sólo nos da prosperidad según el capricho nuestro. Cuánto más andamos con Dios tanto más profundizamos las riquezas de Cristo, pero eso siempre es para la gloria de él y la humillación nuestra ante su presencia.


En los coros del cielo tendremos sólo un cántico. "Y cantaban un nuevo cántico, diciendo; Dignos eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra . . . decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría. la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza . . . Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos" (Apoc. 5:9, 10, 12, 13).


Verdades poderosas por aprender


1. Pablo establece más allá de duda que su evangelio procedía de Dios y de ninguna manera pudiera él haberlo recibido de otro, ni haberlo aprendido de otro de mayor categoría.

2. La esencia del evangelio en Cristo es que todo gira alrededor de Dios y su iniciativa, lo que hizo de una vez para siempre en la cruz a través de su Hijo.

3. El legalismo en toda forma en que se nos presente es un rotundo rechazo de la gracia de Dios. Sustituye en alguna forma la actividad humana por la de Cristo.

4. Para el creyente hoy en día el legalismo es una sutil tentación porque sustituimos los méritos de nuestro servicio, nuestra fidelidad, nuestro andar conforme a la carne en forma tal que Dios no lo puede aceptar."Y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios" (Rom. 8:8). Este verso viene en el capítulo dirigido al creyente. ¡Qué aplicación para hoy.!


Dr. G. Ernesto Johnson

Instituto Bíblico Río Grande

Edinburg, TX 78539

Agosto 30, 2008

gejohnson@juno.com y www.kenillfoster.com y www.obrerorfiel.com

GALATAS 4 -- Cruz que resuelve conflictos

GÁLATAS

RETOS DESDE LA CRUZ


GÁLATAS – LA EPÍSTOLA DE LA CRUZ Y EL ESPÍRITU SANTO (4)

La cruz resuelve el conflicto entre Pablo y Pedro

Gálatas 2: 11- 19

Dr. G. Ernesto Johnson

Instituto Bíblico Río Grande

Introducción


En este pasaje encontramos el verso tan frecuentemente citado: "Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí" (Gál. 2:20). Todo el mundo cristiano reconoce este verso, pero ¿realmente entendemos el contexto y la teología de él? Este verso nos abre todo el libro de Gálatas y a la vez la vida cristiana. Que Dios "os dé el espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos y el supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza" (Efesios 1:18,19). Esta oración de Pablo es nuestra entrada en la gloria de nuestra herencia. En Gálatas 2:20 Pablo nos abre su corazón y explica su apego a Cristo en muerte y en resurrección. Tal andar en identificación con el Crucificado nos corresponde siempre y más y más.


El Trasfondo de este encuentro entre dos grandes apóstoles Gálatas 2:11,12

El impacto de este pasaje se aumenta en gran manera cuando se toma en cuenta la historia pasada de Pedro ante la casa de Cornelio (Hechos 10:1-48), luego la defensa de Pedro ante la iglesia de Jerusalén (Hechos 11:1-18) y también en el más reciente Concilio en Jerusalén (Hechos 15:1-35). En la primera ocasión no quiso ni comer nada inmundo. Dios tuvo que dormirlo para convencerle de que no había en Cristo lo inmundo en cuanto al evangelio, preparándole para la próxima visita a la casa de Cornelio, el centurión romano. Por fin quedó convencido y resultó tras la prédica de Pedro la entrada de los primeros gentiles en la iglesia de Cristo. Pedro había sido un renuente antes pero ahora el obediente mensajero del evangelio.

En la segunda ocasión al regresar Pedro a Jerusalén, los judaizantes y hermanos le reclamaron pública y fuertemente. Pero Pedro se defendió y lo de los gentiles. La comprobación incontestable fue que los gentiles se salvaron y hablaron en lenguas precisamente como los mismos judíos en el Día de Pentecostés. No pudieron negar su entrada en base de la sola gracia de Cristo. Pedro llegó a su defensor de los gentiles.

En la tercera ocasión muy reciente en el augusto Concilio de Jerusalén, Pedro había dicho: "Y después de mucha discusión, Pedro se levantó y les dijo: Varones hermanos, vosotros sabéis cómo ya hace tiempo que Dios escogió que los gentiles oyesen por mi boca la palabra del evangelio y creyesen. Y Dios, que conoce los corazones, les dio testimonio, dándoles el Espíritu Santo lo mismo que a nosotros" (Hechos 15:7,8). Su argumento fue irrefutable. Otra vez defendió la gracia de Dios en recibir a los gentiles sin que fuesen guardadores de la ley y sus reglamentos.


La Vacilación de Pedro ante todo y ante todos en Antioquia Gálatas 2:12,13

No estamos preparados para lo siguiente de parte del vocero del evangelio que Dios usó para abrir la puerta a los judíos en el Día de Pentecostés y a los gentiles en casa de Cornelio. Ante el temor de los de la iglesia madre en Jerusalén y en defensa de su propia reputación allí, dio medio vuelta con implicaciones desastrosas. "Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión" (2:12). En medio camino Pedro dio vuelta; el discernimiento de Pablo y su reprensión pública de Pedro no fue nada personal sino el análisis del Espíritu Santo por boca de Pablo. La motivación de la hipocresía de Pedro en dicho momento crítico fue miedo, orgullo, egoísmo, la pura carne.

Eso en sí fue malo, pero peor aún que los demás hermanos judíos se dejaron llevar y aun Bernabé, el mismo compañero de Pablo en la visita Jerusalén y luego en el Concilio, se dejó llevar. ¡Qué mal testimonio, pero peor aún qué ataque frontal contra la gracia de Dios, la base de la salvación! Como si fuera necesario hacerse judío para ser creyente en Cristo el pobre gentil. ¡Qué confusión hubiera creado en la mente de los nuevos convertidos gentiles!


La Valentía de Pablo frente a tal confrontación, Pablo defensor de la gracia de Dios

Aquel momento fue crucial. El acto hipócrita de Pedro fue público delante de todos los hermanos. No fue tiempo para consultarle privadamente. Pablo tuvo que hacerle frente ante todos. Tal respuesta demandaba una valentía, un compromiso singular ante aun uno de gran categoría. Por eso Pablo dijo: "pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar . . . pero cuando vi que no andaban rectamente --derecho --conforme a la verdad del evangelio dije a Pedro delante de todos . . . ." (2:11, 14). Podemos imaginar la tensión, el drama de aquel el momento.

Pero debemos reconocer que no fue nada personal entre Pedro y Pablo, porque no quedó en tela de duda la reputación de Pablo. Era la fidelidad al principio de la gracia de Dios --el mismo argumento de toda la Epístola a los Gálatas. Pablo incluyó esta confrontación, no para ponerse encima de los demás sino para nada sacrificar la base de la salvación. Esto nos enseña que hay el momento de consultar por asuntos privados (Gal. 2:2), pero hay el momento de confrontar y hacerlo todo en el espíritu de la Cruz, como veremos en seguido. Pablo reconoció lo sutil de la carne, el pecado del orgullo y miedo. La táctica nuestra tan a menudo es defendernos ante quienes nos acusan y reprenden. Es tan fácil querer quedar bien con todos, pero no a costa de la verdad. Dios nos dé hoy día más hermanos como Pablo.


La Firmeza de Pablo al tratar con la hipocresía de Pedro Gálatas 2: 14


Lo que sigue en nuestro pasaje es un patrón, un paradigma en cómo tratar con un hermano que está en error. La carne nuestra sabe denunciar, juzgar, reprender en base de la pura verdad como la ve uno. Cuando uno orgulloso por ser correcto denuncia al otro hermano equivocado resulta en una confrontación sin solución. Es un callejón sin salida. Ambos resultan más en contra que nunca y más distanciados. Pablo no sigue ese sistema de pura confrontación. Es cierto que lo resistió cara a cara y delante de todos por haber sido un mal testimonio público. Claramente Pablo estableció y definió el error y mal. Para que nadie se confundiese, Pablo se dirigió directamente a Pedro. Tres veces Pablo dice: «tú» . . . «vives» . . . «obligas». Era fiel en hablar franco y directo. "Fieles son las heridas del que ama. pero importunos los besos del que aborrece" (Prov. 27:6). Si no hay tal franqueza, no resulta el trato eficaz del mal. No es tiempo de hablar en generalidades ni dar vueltas. Pablo sigue el razonamiento lógico de la hipocresía de Pedro y el efecto malo en los demás a quienes les sirve (2:14). Allí está la franqueza, poniendo el dedo en la llaga.


La Humildad de Pablo al tratar con la hipocresía de Pedro Gálatas 2: 15-17


Después de su fidelidad doctrinal, Pablo cambia el rumbo de su trato. Cambia los pronombres de «tú» a «nosotros.» De esta manera Pablo se pone a sí mismo en los zapatos de Pedro y revela su profundo concepto de la debilidad carnal del ser humano, aun en los más grandes. Pablo implícitamente dice. "Yo sé de dónde vienes, tu trasfondo judío en el cual estuve yo allí también; lo hice y aun lo peor." Pablo nunca olvidaba que persiguió a la iglesia de Cristo "Habiendo sido blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad" (1 Tim. 1:13). Pablo recordaba bien la mentalidad del legalista judía para con los gentiles que lo fue él mismo. El mismo había compartido ese prejuicio. De esta manera quita algo de lo rudo de sus palabras por venir.

En los tres versos (14-17) Pablo recuerda su vida en Adán, no en Cristo. Por incluirse en esta vieja vida, se identifica con la actuación de Pedro. No fue que no la condenase sino que mostró lo ilógico y lo contrario que era su hipocresía en predicar una verdad y vivir otra. Pablo halló la verdad básica que sí Pedro bien sostenía, aunque su conducta en ese momento fue muy contraria. Apeló a Pedro y a las implicaciones que hacían que Cristo fuese "ministro de pecado" -- cosa tan inimaginable (2:17). Edificar por predicar a Cristo y la salvación por la pura gracia y luego desmantelar la verdad por no practicarla deja mucho por desear. No se puede justificar de manera alguna.

Pablo tocó lo que tenían en común, es decir, la doctrina cardinal de la justificación por la fe sin las obras de la ley. Pedro en su corazón no pudo ni quiso negar ello. De esta manera por incluirse Pablo suaviza la reprensión con el fin de tocar el corazón sincero de Pedro. Aquí se ve la sabiduría y la ternura de Pablo para con Pedro sin perjudicar en nada la verdad tan importante. Debemos tratar a los demás con un profundo sentido de nuestra fragilidad. Sólo Dios nos mantiene en el momento de la tentación cuando surja el miedo y el daño a la dizque reputación.


Pablo ya muerto a ley y quebrantado por la Cruz introduce su testimonio Gálatas 2;18, 19


Pero hay otro cambio de pronombre de «tú» (14) a «nosotros» (15,16) y ahora a «yo» incluidos en los verbos (18,19): "Por que si las cosas que destruí, las mismas vuelvo a edificar, transgresor me hago. Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios." Es difícil saber si éstas son las mismas palabras habladas en aquel momento tenso o si son los comentarios de Pablo después con respecto al incidente. Pero de todos modos, Pablo deja a un lado a Pedro y se pone a sí mismo en el primer plano. Pero esto es la verdadera humildad. Pablo dice en tantas palabras a Pedro. Yo pudiera haber hecho lo mismo. Así vivía yo una vez: "Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne, si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne, yo más; circuncidado el octavo día; del linaje de Israel; de la tribu de Benjamín; hebreo de los hebreos; en cuanto a la ley fariseo; en cuanto a celo perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley irreprensible" (Fil. 3:4-6).

Decía Pablo si regresara yo a vivir como antes vivía confiando en la ley y sus reglamentos contradiría todo lo que he venido edificando. No me es posible, porque la ley intervino y me mostró mi pecado en semejante estilo de vida. Ahora Pablo toca el verdadero propósito de la ley. En Gálatas 3 la va a tratar doctrinalmente. Aquí la trata en términos de su unión con Cristo y en cuanto a lo práctico. Los legalistas decían o implicaban que la ley debía ser obedecida para ganar la plena bendición de Dios, como si fuese dada para agregar algo más al creyente. Al contrario Pablo dice la ley me mató (Rom. 7:7-9). No es por el esfuerzo sincero, ni rito religioso, sea cual fuere, que lograremos vivir en la victoria de la Cruz. La ley nos hace hipócritas: "Pedro, tal que has mostrado." Pablo hace la aplicación a sí mismo en lugar de denunciar directamente a Pedro. Pablo siente la atracción de la carne, pero la ley sólo condena; nos deja bajo la ira de Dios.


Pablo pone la nueva perspectiva divina frente a la ley, perspectiva perdida por Pedro

Pero hay otro uso de la ley y es realmente la razón porque Dios nos la dio. La ley nos hace pecadores, porque ninguno puede cumplir siempre con todo lo que la ley demanda. "Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas" (Gál. 3:10). La perfección que la ley demanda de nosotros nos mata. Resultamos inútiles, muertos, condenados. En ese sentido Pablo dice: "yo por la ley soy muerto a la ley a fin de vivir para Dios" (2:19). La ley es nuestro ayo que nos conduce a Dios. "De manera que la ley ha sido nuestro ayo para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe" (Gál. 3:24).

Parece muy larga la introducción a Gálatas 2:20, pero realmente establece la gracia de Dios a través de la Cruz como el único camino a la victoria, tratando con la hipocresía, el orgullo nuestro, el miedo y el egoísmo de los mejores de nosotros. Pablo le explica a Pedro como fue que él no podría responder frente a tal situación. En Cristo ante la ley, se murió a sí mismo y a la ley y para ahora poder vivir sólo para con Dios. Romanos 6-8 abarca el mismo terreno, pero en Gálatas tenemos una situación en la que podemos identificarnos. Nadie queda exento a la carne, pero la cruz es la última palabra de Dios para que realicemos su presencia en nuestras vidas.

Ya que existe una estrecha relación entre los dos libros, Romanos y Gálatas, Pablo en Romanos 7 se dirige a esta relación ya rota en la muerte de Cristo. La expresa clara y positivamente en Rom. 7:4: "Así también, vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios." Afirma Pablo que la vida en Cristo es un sumo querer y no un frustrante deber. No es por la ley, ni guardar sus reglamentos sino por realizar nuestro matrimonio espiritual con el resucitado novio, Cristo. El resultado de tal unión mística será fruto para Dios en una victoria diaria. En Romanos 7; 7-24 Pablo revela como una vez practicaba tal hipocresía y le resultó en un "¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? (24). Ahora responde por tomar su posición identificada con Cristo en muerte al pecado y vivo para Dios en Cristo Jesús (Rom. 6:11). Tal posición resulta en "Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro" (7: 25).


Verdades prácticas por aprender

1. Los líderes más renombrados pueden caer en dicho momento que no mantienen por fe su posición en Cristo muerto a la ley y vivo para Dios – Pedro y Bernabé y los demás judíos.

2. La atracción del orgullo, el deseo de mantener la reputación y el miedo de otros presentan una trampa constante para los mejores – Pedro y Bernabé.

3. Llega el momento de tratar con valentía y humildad tales caídas, no olvidando nunca la debilidad de quien reprende al otro – Pablo

4. La ley sólo sirve para matarnos. Por lo tanto no estamos bajo la ley sino bajo la gracia, casado con Aquel que resucitó de la muerte – tú y yo.

5. Sólo la cruz aplicada diariamente es la respuesta divina a la carnalidad siempre presente en nosotros. Ya estamos para apreciar la gloriosa verdad de Gal. 2:20: "Con Cristo he sido juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí . . . ."



Dr. G. Ernesto Johnson
Instituto Bíblico Río Grande
Edinburg, TX
23 de septiembre de 2008
gejohnson@juno.com www.kneillfoster.com www.obrerofiel.com

GALATAS 5 -- Union con Cristo

GÁLATAS

RETOS DESDE LA CRUZ


GÁLATAS – LA EPÍSTOLA DE LA CRUZ Y EL ESPÍRITU SANTO (5)

Gálatas 2:20 - La Verdad Cumbre de Nuestra Unión con Cristo

Gálatas 2: 20,21


Introducción.

De memoria citamos Gálatas 2:20: "Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí." Suena bonito y muy espiritual pero ¿de veras nos damos cuenta de lo que significa en nuestro andar diario? Para mí no hay versículo más clave, más crítico que éste. Decirlo y vivirlo en el crisol de la vida es otra cosa. En el estudio anterior de ese encuentro serio con el apóstol Pedro cuando la verdad del evangelio quedaba en tela de duda, Pablo responde con esta verdad personal y práctica. Explica su reacción correcta ante Pedro en términos de su co-crucifixión e identificación con Cristo en la Cruz. Éste era el mensaje central de Pablo frente a todo problema.


Breve repaso del contexto -- Pablo choca con Pedro ante los hermanos

Nuestro estudio de Gálatas 2:20 forma parte de un contexto más amplio en el cual Pablo autentica su apostolado, su derecho de hacer frente a los maestros de la ley que hacían daño a los creyentes en Galacia. Empieza en Gal. 1:11-24 por narrar su conversión y la revelación inmediata del evangelio independientemente de los demás apóstoles. Lo recibió directamente de Cristo. En Gál. 2:1-10 apela a su muy limitado contacto con los de Jerusalén. En ese augusto concilio no le agregaron nada, al contrario le dieron "la diestra en señal de compañerismo" (2:9).

Pero Gálatas 2:11-21 nos presenta un choque en plena asamblea entre los grandes dirigentes, el apóstol a los judíos y el apóstol a los gentiles. Pedro antes comía a gusto con los gentiles en Antoquía en señal de la recepción de los gentiles ya en uno en Cristo. Contaba con su recordatoria de ir a predicar en casa de Cornelio, el centurión romano (Hechos 10: 9-48).

Todo iba muy bien hasta llegar algunos de Jerusalén, compadres de Pedro de la iglesia madre. De repente y en contra de todo lo predicado Pedro se retiraba de los gentiles para no comer con ellos como antes. Ahora se presenció el escándalo de la hipocresía y la negación abierta del mensaje clave de que en el evangelio todos son iguales en Cristo por pura gracia. Pedro actúa con orgullo, miedo y con miras de mantener su reputación ante los judaizantes. Pablo reconoció de inmediato la hipocresía de Pedro y tomó cartas en ello.

Pablo con mucha valentía al discernir la carnalidad de Pedro lo reta cara a cara ante todos. Pone el dedo en la llaga y lo reprende. Pablo no quiso peligrar la piedra del ángulo del evangelio --salvos por la pura gracia sin tomar en cuenta ninguna distinción racial ni religiosa. Pero en esta alarmante confrontación Pablo da evidencia de mucha sabiduría y humildad. Aclara el principio clave, pero luego con el cambio de los pronombres suaviza y explica el mal de Pedro. Hasta se ve la ternura de pablo en medio de la franqueza fuerte. Empieza con «tú» (14), luego a «nosotros» (15-17) y finalmente "si las cosas que destruí «yo», las mismas vuelvo a edificar, trangresor me hago" (18,19).

Pablo aquí se identifica teóricamente con Pedro. En breve dice: "Pudiera yo haber fallado justo como fallaste tú, Pedro." No minimiza el mal de Pedro, pero ni toma una posición de santurrón. Y con calma Pablo dice que la ley con sus muchos reglamentos, lejos de salvarlo, lo mató probando abiertamente su pecado. De esa manera murió a la ley cuando por fe se identificó con Cristo quien cumplió la ley y los salvó a los dos en base de su pura gracia.


Pablo pone en claro por qué no pudo dejarse llevar por el ejemplo de Pedro Gal. 2:20


Antes de la exégesis de Gál. 2: 20, meditemos en esta confrontación que destacó el choque entre el orgullo de Pedro en dicho momento debilísimo, aun siendo Pedro el paladín de Pentecostés. Para Pablo no era cuestión de la rivalidad personal, ni de prestigio y fama. Valorizaba la pura verdad, la consistencia ante los hermanos más débiles y quería poner el ejemplo de Cristo a la vez. Por eso Pablo en su trato con Pedro no lo despreció sino con su corazón sensible a sus propias debilidades, se identifica con Pedro en algún sentido. Hubo esta gran diferencia entre los dos: Pablo iba a decir cómo él pudiera haberlo hecho excepto por la pura gracia de Dios y lo que le pasó de una vez en aquella cruz que los dos predicaban. Dejando lo de Pedro, Pablo en términos muy personales le explica el cómo de la vida victoriosa.

Gálatas 2:20 es la joya en la corona de la vida en unión con Cristo. Es el "anillo de sellar" del creyente (Hageo 2: 23). Es la gema incrustada en la vida resucitada. Es toda la verdad de nuestra identificación y nuestra participación desarrolladas en Romanos 5:12-8:31, todo aquí en un solo versículo. Logra más lustre porque viene en medio de una confrontación tan difícil pero necesaria. Pablo expresa una valentía, humildad, ternura y abnegación, pero que a la vez exalta al Crucificado. Hace que el Cordero de Dios sea el lema de los coros celestiales (Apoc. 5:12-14). No cabe duda que éste es el dicho más místico de Pablo, místico en el mejor sentido de lo espiritual y duradero.


La exégesis de Gálatas 2: 20 « Con Cristo . . . » Identificación

El texto empieza con Cristo, al frente y en el centro. A la vez expresa nuestra unión vital que existió desde esa muerte en la Cruz hace dos mil años. Cambiando la figura literaria, era un verdadero injerto, una rama en la vid según Jesús mismo (Juan 15. 1-8). Era y sigue siendo una unión orgánica, no teórica. El texto original no necesita la palabra "juntamente" porque ya se estableció ese enlace con Cristo que Dios hizo de una vez. Esto es mucho más de nuestra posición doctrinal. A veces se oye tal es nuestra posición como si fuese teórico, no más. Basta Cristo.


«He sido crucificado» Punto de partida

El tiempo del verbo es crucial. No es tanto que ahora "estoy crucificado;" eso viene implícito. La idea predominante del tiempo perfecto pasado, voz pasiva es he sido crucificado en un punto de tiempo en el pasado, una co-crucifixión que coincide con esa muerte expiatoria de tal modo que Pablo viva en ese presente ambiente,bajo el poder y la eficacia de esa muerte que satisfizo a Dios de una vez. En breve, cuando Cristo murió al pecado (Rom. 6:10), yo morí al pecado (Rom. 6:2). Morí con respecto a su poder dominante y su control. Éste es el mismo verbo que aparece en Romanos 6:6: "Conociendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado (aoristo/pasado,voz pasiva) juntamente con él, para que el cuerpo del pecado, sea destruido (rendido nulo,cancelado), a fin de que no sirvamos más el pecado."


«Ya no vivo yo mas vive Cristo en mí . . . » Consecuencia radical


Un comentarista dice: "No hay coma después de «vivo.»" Es más bien una continuación de la misma vida resucitada de Cristo. Este dicho es radical, revolucionario. No quepo yo. Quedo muerto, sepultado, pero resucitado, una nueva persona, mi nueva identidad en Cristo. Esta gloriosa verdad soluciona lo heredado de postrer Adán, el triste pasado nuestro. No hay porque echar la culpa a los anteriores nuestros ni a nuestra herencia. Claro en el desarrollo de la vida espiritual, hay los pasos de fe por tomar, pero en esa unión queda el nuevo potencial del Mucho Más de la vieja naturaleza adánica (Rom 5: 9, 10, 15, 17, 20).


«Y lo que ahora vivo en la carne . . . » Realidad verdadera


Pablo es puro realista. El contexto de este versículo es el escándalo de un sincero apóstol a quien Dios había usado muchísimo, pero no tomó en dicho momento su posición con Cristo crucificado dejándose llevar por su orgullo y su reputación (1 Pedro 2:24). Por eso Pablo de manera realista antes usó el «yo» en Gal. 2:18,19. Nadie queda exento de tener que vivir esta vida en este cuerpo mortal como dice Romanos 6: 12; 8: 11-13. La Biblia no nos enseña la perfección alcanzada por este lado de la tumba, pero eso en sí no es excusa alguna para seguir pecando. "Tenemos este tesoro en vasos de barro para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros" (2 Cor. 4:7).


«Lo vivo en la fe del Hijo de Dios . . .» El gran cómo

Pablo nos da la piedra de toque. Esta nueva posición tomada en fe, en pura fe, es el único modo de realizar en toda circunstancia la vida resucitada de Cristo. NO es por los esfuerzos de la ley, ni por ninguna buena obra nuestra, ni el fiel servicio dado a Cristo, sólo por la fe. Esta fe es el ambiente, el medio en que vivimos. El objeto de nuestra fe es Cristo y mi unión con él. Es por contarme muerto, vivo para Dios en Cristo Jesús (Rom. 6:11-14).


«El cual me amó, y se entregó a sí mismo por mí» Acto final de amor


Pablo se da cuenta que esta crucifixión era un acto de puro amor. De esta manera Cristo lo libró de sí mismo y esa carga del «yo»que no pudo haber llevado jamás. Dios no consultó con Pablo ni conmigo cuando juzgó tajantemente inútil e incorregible la carne nuestra. Sabía que el único remedio posible sería la muerte, la de su Hijo y la tuya y la mía en él. Debemos atesorar esa unión aun cuando nos elimina el «yo» y así deja lugar para su amado Hijo.



La Exégesis de Gálatas 2:21 «No frustro la gracia de Dios . . .» Meta de Pablo


Termina Pablo con el firme rumbo de su voluntad. Esta firmeza viene no de su mayor esfuerzo sino de la vida nueva que se deja florecer en su diario andar. Aun en medio de esta prueba y tensión con Pedro, Pablo dice sin jactancia alguna, no desecho, no obstaculiza la gracia de Dios. No caben la ley y sus reglamentos. Son más que inútiles frente al orgullo y el miedo. Al contrario pone el caso hipotético escandaloso: Si alguien lograse por el puro esfuerzo de la ley la justicia de Dios, Dios se equivocó en gran manera por haber dado a muerte en vano a su hijo. ¡Pensamiento inconcebible!


¿Cómo terminó este encuentro?

Pablo no nos dice cómo terminó este encuentro. Pero el silencio de Pablo y de Pedro deja por claro que el gran apóstol Pedro se dio cuenta de su error, su carnalidad. No estaba preparado él para negar lo que venía predicando y lo que seguía viviendo. Es bueno tomar nota de lo que dice al final en 2 Pedro 3:15 "Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas . . . ."



Conclusión

Así en un solo verso Pablo encierra la esencia de la vida victoriosa. Es un enfoque Cristo céntrico que parte de nuestra co-crucifixión, realizada en nuestra muerte al «yo» y a la ley --tema de Gálatas. Resulta en nuestra toma por la fe de esa realidad espiritual que rinde nulo el poder del «yo» y permite que Cristo viva en nosotros. Esa muerte, la suya y la nuestra era un supremo acto de amor. Juan 3:16 y Gálatas 2: 20 combinan para mostrarnos la grandeza del amor de Dios. Con razón Pablo termina esta epístola por decir: "Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo. Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión, vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación" (Gálatas 6:14, 15).


Verdades poderosas por tomar muy en cuenta


1. Sólo a pie de la cruz se solucionan verdaderamente los conflictos entre los hermanos. La cruz anula el orgullo, el miedo y el egoísmo a cero para que Cristo resalte glorificado.

2. La toma de nuestra posición muertos al pecado y vivos para Dios suelta el poder de la Cruz. Si no, resultan sólo la frustración y las enemistades dando lugar al diablo que destruye la unidad el cuerpo de Cristo.

3. Por haber seguido tomando Pablo su posición con Cristo pudo preservar la gracia de Dios, recobrar a Pedro y dejarnos el ejemplo de saber cómo llevar la vida victoriosa.

4. Este poder libertador no reside en una sola experiencia que grande sea sino en un andar por fe tomando diariamente nuestra posición asegurada de muertos a nosotros mismo pero a la vez vivos para Dios en Cristo Jesús. "El justo por la fe vivirá" (Romanos 1:17).


G. Ernesto Johnson
Rio Grande Bible institute
Edinburg, TX
28 de octubre de 2008


gejohnson@juno com. Invito correspondencia por e mail.

En la Internet: www.kneillfoster.com Hacer clic en mi foto y aparecerán los de inglés y español.

www.obrerofiel.com En esta página web se puede encontrar mucho buen material. Lo mío se halla de esta manera: Al abrir la página, hacer clic en la cajita arriba derecha que tiene "busca sitio" autor, título, etc. Después en la cajita a la izquierda se escribe mi apellido: Ernesto Johnson. Después de o al hacer "enter" o hacer clic en flecha a la derecha de las cajitas aparecerá una lista de los estudios míos.