LA ARMADURA DE DIOS -- David Yonggi Cho

Fecha: 5 de abril de 1998
Titulo del sermón: Vestid la armadura de Dios
Versículo de la Biblia: Efesios 6:12-18

Imagínese que está caminando por un camino de la montana en un día de invierno con tormenta de nieve. Si usted no lleva puesta ropa abrigadora, ni zapatos, ni doble medias, ni guantes, entonces no tardara mucho en sentirse el frio que le hará congelar todo su cuerpo, si no recibe ayuda inmediatamente, morirá congelado.
Asimismo en nuestra vida espiritual, si un cristiano no está vestido de la armadura de Dios, y camina como cualquier persona incrédula, entonces el diablo usara diferentes medios para atacarle y quitarle la fe, sean estos espíritus malos, espíritus inmundos, espíritu de mentira, espíritu de opresión, espíritu de adivinanza, espíritu de debilidad, espíritu de enfermedad y otros espíritus.
En Santiago 4:7-8 dice“Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huira de vosotros. Acercaos a Dios, y él se acercara a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble animo, purificad vuestros corazones”. De modo que los cristianos debemos examinarnos siempre a nosotros mismos, para asegurarse de llevar puesto la armadura de Dios. Hoy vamos a tratar sobre estas armaduras de Dios.
Primero, debe ceñirse su lomo con la verdad. Pues, el lomo es el pilar del cuerpo humano, si se lastima no podrá usar todo su cuerpo. Tengo un amigo de mi edad que deseando mejorar su figura, practicaba deporte para tal efecto, pero en uno de esas prácticas se lastimo el lomo, en consecuencia está sufriendo de la neuralgia vertebral. Asimismo si se lastima el lomo, no podrá moverse; quebrantar el lomo implica, aprisionar a esa persona. Si nuestro lomo está sujeto a las filosofías, conocimientos, ciencias y religiones de este mundo, no podrá resistir a los ataques del diablo. Porque cuando lleguen las tentaciones como el huracán, ellos no le podrán sostenerle, más serán desarraigados completamente. Tal vez se levante un terremoto de muerte, entonces el lomo sostenido por filosofías, conocimientos, ciencias y religiones, se derrumbaran. Estas personas cuando el diablo atacare, sin poder defenderse, caerán. En Colosenses 2:8 dice“Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo”. ¿Con que podemos ceñir nuestro lomo? Esto es con Jesús, quien es la verdad. Si Jesús es el pilar de su vida devocional, es el centro de su vida, entonces no temerá la
tempestad, porque no será conmovido. Ni la muerte, podrá con Jesús, porque el murió y resucito de entre los muertos, venciendo a la muerte. Por tanto debemos ceñir nuestro lomo con Jesús, tener al Señor en el centro de nuestro corazón; entonces no seremos conmovidos ante los vientos huracanados, ni el valle de sombra de muerte.
En Juan 14:6 dice“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mi”. Si tiene ceñido su lomo con Jesús, no deambulara, pero caminara con pasos seguros hacia el reino de los cielos.
En Efesios 1:13 dice“En el también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en el, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa”. Si ceñimos nuestro lomo con la verdad, recibiremos la salvación, y el Espíritu Santo morara en nosotros. Por tanto nuestra obligación esta en examinarnos diariamente, si estamos llenos de Jesús, si estamos ceñidos de la verdad. Pero si estos ceñidos de las filosofías, de las ciencias, de las diversas religiones y de los conocimientos de este mundo, seremos destruidos por las tempestades de este mundo, de los terremotos de la muerte. De modo que debe meditarse siempre.
Segundo, debe vestirse de la coraza de la justicia. La coraza de la justicia significa, protegerse el pecho. Si trata de protegerse su pecho con las diversas obras de ética y moral, padecerá inmediatamente el ataque de la conciencia. Según los diversos psicólogos detrás de las diferentes personas que sufren de debilidad mental, de temores, de locuras están los sentimientos de culpabilidad.
El hombre a diferencia del animal, sufre de la acusación de la conciencia. Porque el hombre es imperfecto, padecerá de la acusación de la conciencia y cuando la conciencia le acuse constantemente, se derrumbara.
En Romanos 3:20 dice“Ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él, porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado”. Mientras tratamos de vivir cumpliendo las leyes, nuestras faltas son más expuestas al aire libre, mientras trate de vivir moralmente, lo inmoral que guardaba en su corazón, sale a la luz. De modo que el apóstol Pablo dijo“Miserable de mí, quien me librara de este cuerpo de muerte”. Las obras humanas nos llevaran mas a la destrucción. El ataque del diablo penetrara el corazón. ¿Qué es la coraza de la justicia?
Estos son el perdón y la justicia que Cristo compro con su sangre preciosa. Si nos vestimos de la coraza del perdón y de la justicia que Cristo nos entrego, el diablo no podrá atacar a nuestro corazón. Cristo murió en nuestro lugar, derramo toda su sangre en la cruz, para limpiar el pecado del hombre tanto el presente, el pasado, como el futuro. Cuando Jesús dijo“consumado es”, se refirió que todo nuestro pecado fue liquidado eternamente. Por tanto si nuestra fe está basada en la sangre del Señor, estamos protegiendo nuestro pecho con la justicia de la sangre de Cristo. Aunque sea acusado, sabe que tiene perdón por medio del arrepentimiento, y justicia por medio de la sangre del Señor, que nos mantiene en paz a nuestro corazón.
En Romanos 5:9 dice“Pues mucho mas, estando ya justificados en su sangre, por el seremos salvos de la ira”. Por mucho que el diablo traiga tormenta de acusación, estamos seguros, porque nuestro corazón está protegido con la justicia de la sangre del Señor. Porque somos justificados y perdonados. Por tanto debe agradecer al Señor por su sangre preciosa y depender de la justicia del Señor.
Tercero, debemos calzarnos los pies con el apresto del evangelio de la paz. Algunos caminan descalzos, y se gloria; viven sujetos al humanismo, a su propia capacidad, pero lo cierto es que ellos no podrán jamas liberarse de los temores, de las desesperaciones, ni de los dolores. Nosotros no sabemos lo que sucederá después de esta hora, o después de este día. Nadie nos podrá asegurarnos que seguiremos vivos hasta que termine el día. Todo esto nos indica que estamos viviendo en un mundo de inciertos. Que nuestras fuerzas y poderes tienen límites. Por tanto vivir descalzo sujeto al humanismo, indica que su corazón no hallara la paz. Pero nosotros tenemos paz en Cristo Jesús, porque el Señor preparo por nosotros el camino; el de antemano, preparo por nosotros el camino de paz. El Señor nos proveyó del calzado de prosperidad en el alma. El proveyó en la cruz, el calzado del perdón, de la llenura del Espirita Santo y del gozo.
En Titos 3:6-7 dice“el cual derramo en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna”. De modo que nosotros al creer en el Señor, tenemos sin costo el calzado de prosperidad en el alma. El que no cree en el Señor, su alma está muerta, desierta; mas nosotros en Cristo Jesús, tenemos a nuestra alma renovadas, siempre en comunión con Dios, y gozándonos del perdón y de la paz.
Luego el Señor nos proveyó del calzado del bien en todas las cosas. El unió a bien la maldición y la pobreza. En II Corintios 9:8 dice“Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena Asimismo en Romanos 8:28 dice“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”. Así el proveyó de calzado de bien en todas las cosas; nosotros mientras vivimos en este mundo padeceremos días buenos y días malos, días de salud y de enfermedad, días de sol y de lluvia, pero si en todo Dios está con nosotros, ellos nos ayudaran a bien. Josa dijo a sus hermanos: Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encamino a bien. De manera que si nosotros dependemos del Señor que tiene poder sobre los cielos y la tierra, el obrara por nosotros para que todas las cosas nos ayuden a bien. Este es el calzado de bien en todas las cosas. También el Seno proveyó del calzado de salud. Es decir, derramo su bendición de sanidad y salud.
En I Pedro 2:24 dice“Quien llevo el mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados”. Pues Jesús mismo llevo nuestras dolencias en la cruz, y es su deseo que todo aquel que crea en el reciba sanidad. Asido de esta promesa, debemos orar fervientemente para vencer así a las enfermedades. Esto es el calzado de salud.
También dice el Señor que nuestros pies estén calzados del evangelio de la paz. ¡Cuán importante es la paz del corazón! Porque cuando un corazón padece constantemente de temores, de incertidumbres, y de terrores, la felicidad perderá su lugar. Para gozar de la felicidad, el primer requisito es tener paz en el corazón. Pero Cristo caminando antes que nosotros, preparo este camino de prosperidad, este camino de paz. Por tanto por medio de la fe calcemos nuestros pies del evangelio de la paz.
Cuarto, dice la palabra que debemos tomar el yelmo de la salvación. La mente del hombre es la fuente de todo pensamiento y de ideología. Si no se protege a la mente, el diablo sembrara sus pensamientos inmundos en nuestros pensamientos, para que asa nos alejemos de Dios. Todos los días nuestra mente es invadida de lo mundano; por medio del Internet, por medio de la TV, o por medio de las revistas. Son informaciones mundanas que nos invaden a nuestra mente como una inundación.
En Proverbios 4:23 dice“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de el mana la vida”. Si la fuente de la vida está contaminada de lo mundano, nuestra vida en si sufrirá desbarajuste. De dentro de la fuente de la vida deben desbordar aguas de la vida; de manera que debemos llevar el yelmo de la salvación en nuestra mente. Esto nos ayudara a evitar que los pensamientos inmundos que el diablo use para penetrar a nuestra mente, no puedan encontrar cavidad. ¿Cómo podemos llevar el yelmo? Una vez que tengamos la salvación, debe tener certeza en su corazón y grabárselos a la mente que ya no es más el viejo hombre. En Colosenses 1:13 dice“El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo”. Nosotros estamos viviendo no en este mundo, sino con Jesús en su reino. En 2Corintios 5.17 dice“De modo que si alguno esta en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”. Ahora es una persona perdonada, llenos del Espíritu Santo, de sanidad, de bendición, y de vida eterna. Por tanto debe grabarse estos pensamientos en su mente. En I Pedro 2:9 dice“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamo de las tinieblas a su luz admirable”. Teniendo certeza en la palabra de Dios, debe guardar esta palabra en su mente, así nuestros pensamientos estén llenos de las cosas del reino de Dios; para que así el mundo no pueda agitar de ninguna manera a su corazón, debe llevar el yelmo de la salvación sobre su mente. Por tanto su corazón siempre debe estar seguro que tiene salvación por medio de Cristo, saber que lleva el yelmo de los Cinco Evangelios y las Tres Bendiciones, entonces no será conmovido.
Quinto, debe tener el escudo de la fe. El diablo sin cesar lanzara dardos hacia nosotros, dardos de fuego; por tanto, debemos tener con que protegernos. Esto es el escudo de la fe. Pero muchos siguen a sus sentidos, y conocimientos, ellos no practican la fe. Porque los sentidos son realistas y se esclavizan por sus conocimientos. Pero sabemos que las circunstancias son variables. Así el que siga a los sentidos no tendrá paz; porque cuando sopla viento en un lago, las aguas vacilan, así también el mundo cambia de un momento a otro, de modo que no hallara paz. Pues, el que siga a sus sentidos no podrá vivir conforme a la fe, porque los sentidos varían de acuerdo a las diferentes circunstancias.
En I Timoteo 6:20-21 dice“Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas platicas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia, la cual profesando algunos, se desviaron de la fe. La gracia sea contigo”. Así pierden la fe.
En Santiago 1:6 dice“Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra”. Así el que siga a los sentidos será arrastrada por el viento. Más nosotros debemos seguir a los conocimientos de revelación. Sea cual sea la situación debe estar firme en la palabra de Dios, mirar solo al, y no dejarse arrastrar por la circunstancia. Hermanos, la palabra de Dios llego a nosotros por medio de revelación y no por circunstancia. La palabra de Dios llego de los cielos y no se hizo en la tierra; por tanto debemos siempre tener fija nuestra mirada en el Señor, tomar su palabra y tenerle fe a su promesa.
En Hebreos 11:6 dice“Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”. Así también en Hebreos 10:38“mas el justo vivirá por fe; y si retrocediere, no agradara a mi alma”. En I Pedro 5:7 dice“Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”.
El salmista dijo“Alzare mis ojos a los montes; ¿De donde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra”. ¿Por qué alzara sus ojos a los montes? Porque el monte es inconmovible ante lluvias, vientos y de catástrofe. La historia humana sufre variación, la sociedad sufre cambios, llega gente y se va, pero el monte es inconmovible. Así es Dios, permanece firme. Por tanto debemos alzar nuestros ojos a los montes y ver a Dios y dependernos de él, porque él no cambia. Cuando camine confiado en el Señor, usted se habrá convertido en hombre de fe. Al que viva con esta fe, el diablo no le podrá tocar para hacerle caer. El diablo siempre tentara al que sigue a los sentidos, pero si usted no da crédito a sus sentidos y sigue apoyado en el Señor, el diablo huira de usted por siete caminos.
Sexto, debe tomar la espada del Espíritu que es la palabra de Dios. Cuando usted salga a la guerra necesitara usar la espada para derrotar al enemigo. Asimismo nuestra arma es la palabra de Dios, la espada del Espíritu. No trate de usar sus conocimientos, ni teorías humanas contra los ataques del diablo; utilice la palabra de Dios. Adán y Eva cayeron porque discutieron con la palabra de Dios. El diablo es muy astuto, nos llevara a una polémica, pero no debemos caer en ella. Cuando Dios dijo“del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás”; estas palabras no estaban sujetas a una discusión, esto era una orden de Dios. Pero llego el diablo y le pregunto
“Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?”. Y Eva le contesto “Del fruto de los arboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocareis, para que no muráis”. Mas el diablo insistió que no morirían, que si toman del árbol sus ojos serian abiertos y serian como Dios, sabiendo el bien y el mal. Cuando el hombre empieza a disputar con el diablo, caerá en su astucia y de su lógica. Por lo demás nosotros debemos estar siempre sujetos a la palabra de Dios, de la espada del Espíritu, para que cuando llegue el diablo podamos señalarle la palabra de Dios diciéndole“esta escrito”“dice la Biblia”. El diablo quiso disputar hasta con Jesús.“Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan”; mas Cristo le respondió diciendo “Escrito esta: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boda de Dios”. La Biblia no nos ensena que debamos sentarnos a discutir con el diablo. En I Juan 3:7 dice“Hijitos, nadie, os engañe; el que hace justicia es justo, como él es justo. El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo”.
En Hebreos 4:12 dice“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”. De manera que debemos estar firmes en la palabra de Dios, y no dar lugar al diablo, ni a sus asechanzas. El diablo usando la lógica de la codicia, trata de convencernos. Pero si usted empieza a disputar con el diablo sobre el tema, será convencido; no podemos vencer al diablo con sabiduría humana. Necesitamos la sabiduría de Dios, la palabra de Dios, porque necesitamos hacerle frente con la espada del Espíritu. Asa tendremos victoria. El que lleva puesta guantes, ropas gruesas y gorros, para protegerse del frio, no temerá la tempestad, ni el viento huracanado. También el que lleva vestido la armadura de Dios, no será conmovido en donde quiera que se encuentre. Así como el que no está bien abrigado y sale al frio del invierno, muere congelado, también el cristiano que no esté vestido de la armadura de Dios, morirá espiritualmente en este mundo. Por tanto siempre debe ceñirse su lomo de la verdad de Jesús, del conocimiento del Señor; lleve la coraza de la justicia del perdón y justicia por medio de la sangre del Señor, así podrá ser justificado de la acusación de la conciencia. Lleve el yelmo de la salvación, por medio de la cruz, el hombre viejo paso, mas ahora es una nueva criatura, una criatura que goza de los Cinco Evangelios y las Tres Bendiciones. Calce sus pies del evangelio de la paz. Corra hacia el mundo con los calzados del perdón, de salvación, de prosperidad, de bendición, de salud y de sanidad. Llevando los calzados que proveyó el Señor, debemos correr hacia el mundo. Asimismo debemos tomar el escudo de fe, no vivir sujeto a los sentidos, ni a los conocimientos; mas viva con la palabra de Dios. No disputa con el diablo. Siempre debe hacerle frente al diablo con la espada de la palabra. Así debemos armarnos, entonces los vientos que traiga el diablo, ni las tempestades nos podrán congelarnos. Los venceremos en la fe, y una vez más gozaremos de prosperidad en todas las coas, prosperidad del alma, y salud.

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